Artículo de: Víctor Manuel Sánchez Corrales
LA PRODUCCIÓN VERBAL DEL NIÑO
COSTARRICENSE DE CUATRO A SEIS AÑOS.
PERÍFRASIS VERBALES Y FORMAS SIMPLES
Marielos Murillo Rojas
Víctor Ml. Sánchez Corrales
1. Introducción
En el presente artículo se describen las formas verbales usadas por niños costarricenses de 4 a 6 años (distribuidos en cuatro rangos de edad, con seis meses de diferencia entre cada uno), con el propósito de mostrar sus usos y caracterizar el proceso de adquisición de este elemento lingüístico. Por su naturaleza empírica y por ser una producción académica obtenida a partir del mismo corpus lingüístico utilizado por Murillo1, constituye la segunda parte del estudio «El verbo y la producción discursiva de los niños costarricenses de 2 a 4 años de edad». En virtud de que el lenguaje del niño está en proceso de construcción, se identificaron el total de formas temporales y aspectuales, paradigmáticas (simples y compuestas) y perifrásticas, empleadas por los informantes, con el objetivo de analizar sus contextos de uso y diferencias entre los grupos. Respecto del modo, se describen los contextos de uso de formas verbales del subjuntivo e indicativo considerando los postulados teóricos de Ahern2 y, para guiar la descripción gramatical, se siguen los planteamientos de la Nueva gramática de la lengua española3.
El estudio centra su interés en dar respuesta a la pregunta ¿cómo aumenta la complejidad en la producción verbal del niño en relación con la edad? A partir del corpus oral de los niños costarricenses de 2 a 6 años, conformado por el proyecto de investigación 745-B6-320 (Universidad de Costa Rica), Test morfosintáctico para niños costarricenses menores de 6 años, se analizan los contextos en que aparecen verbos y perífrasis verbales de los textos emitidos por informantes de 4 a 6 años, con el propósito de describir sus usos y caracterizar el proceso de adquisición de las formas verbales.
El corpus lingüístico objeto de estudio fue aportado por 40 niños de instituciones privadas de educación preescolar costarricense durante los ciclos lectivos de 2014 y 2015, con un desarrollo del lenguaje esperado para su edad, según la valoración de sus maestras y que no sufrieran problemas auditivos o visuales. La muestra se distribuyó en cuatro rangos de edad partiendo de los cuatro años hasta los seis años, tal como se detalla a continuación: a) 10 informantes de cuatro años a cuatro años y seis meses, b) 10 informantes de cuatro años y siete meses a cinco años, c) 10 informantes de cinco años a cinco años y seis meses, d) 10 informantes de cinco años y siete meses a seis años. Tal distribución etaria obedece a las prácticas de investigación de este tipo de trabajo, además de que se facilita la conformación de los grupos.
Se identifica el total de formas temporales y aspectuales, paradigmáticas (simples y compuestas) y perifrásticas, empleadas por los niños. Respecto del modo, se describen los contextos de uso de formas verbales del subjuntivo e indicativo siguiendo los postulados teóricos de Ahern, quien considera que podrían distinguirse estos modos como marcas que señalan el tipo de intención con la que el hablante expresa el contenido de la oración. Para la descripción gramatical se siguen los planteamientos de la Nueva gramática de la lengua española. Con el propósito de organizar el análisis de los datos se describen las formas verbales que aparecen en indicativo, subjuntivo, formas no personales (infinitivo, gerundio y participio) y perífrasis verbales empleadas por aquellos cuatro grupos de informantes.
Este estudio, además de responder a aquella pregunta, también tiene el propósito de proporcionar nuevos datos que contribuyan a una descripción detallada de la competencia comunicativa de la población infantil costarricense y hacer aportes en la descripción de los procesos evolutivos en la adquisición de la lengua en niños hispanohablantes.
2. Aspectos teóricos
2.1. El verbo. Tiempo y aspecto
Tal como lo indica la RAE4, la flexión verbal expresa, en español, número y persona, modo, y tiempo y aspecto. El tiempo verbal es la categoría gramatical que permite localizar los sucesos en relación con el momento del habla. Se denominan tiempos verbales las formas de conjugación que gramaticalizan las informaciones temporales. En español, por su conformación sintagmática tenemos tiempos verbales simples y compuestos, cuyo significado se obtiene a partir de tres puntos temporales de extensión variable. El primero es el punto del habla, mediante el cual se orientan los sucesos. El punto del evento es en el que tiene lugar el suceso o el intervalo que ocupa la situación. El punto de referencia es relevante para la localización de los sucesos en la línea temporal. Los tiempos del indicativo son: presente, pretérito perfecto simple, pretérito perfecto compuesto, pretérito imperfecto, pretérito pluscuamperfecto, futuro simple, futuro compuesto, condicional simple y condicional compuesto; por su parte, en el modo subjuntivo tenemos: presente, pretérito perfecto compuesto, pretérito imperfecto, pretérito pluscuamperfecto, el futuro simple y el futuro compuesto.
Por su parte, el aspecto verbal informa sobre la estructura interna de los sucesos; permite saber si surgen, si terminan o se repiten, si se perciben en su integridad o se muestran en un punto de su desarrollo. Su forma morfológica se expresa a través de desinencias verbales y se divide en tiempos perfectivos (terminativos) e imperfectivos (no terminativos). El perfectivo focaliza las situaciones de principio a fin, las presenta como completas o acabadas (vimos, leí). Las formas imperfectivas presentan la acción en su transcurso, sin referencia a su inicio o a su fin (veía, leía). El aspecto prospectivo es el característico de la perífrasis ir a + infinitivo (voy a leer).
2.2. Relaciones de temporalidad y aspecto en el verbo español
Rojo Sánchez5, después de hacer una descripción detallada sobre las discrepancias teóricas existentes entre las relaciones de temporalidad, modo y aspecto en el verbo español en las ediciones de la gramática de la Academia (anteriores a 1917) y los análisis posteriores hasta la publicación del Esbozo, presenta las propuestas contemporáneas, a partir de los planteamientos estructuralistas, en las que disminuye la importancia atribuida a la temporalidad como elemento estructurante del sistema verbal y, en su defecto, gana terreno la noción de aspecto. Tal como señala este autor «la temporalidad lingüística (no sólo, pues, la verbal) es una categoría gramatical deíctica mediante la cual se expresa la orientación de una situación, bien con respecto a un punto central (el origen), bien con respecto a otro punto que, a su vez, está directa o indirectamente orientado con respecto al origen»6. El punto central, el origen, es un punto cero con relación al cual se orientan de forma mediata o inmediata las situaciones. En este contexto el origen no necesariamente coincide con el momento de la enunciación; así, las relaciones temporales posibles son: anterioridad, simultaneidad y posterioridad. El punto que constituye la referencia puede ser cualquiera de las tres relaciones temporales; en consecuencia, una situación puede ser presentada como simultánea, anterior o posterior al punto que constituye la referencia. Según esa concepción llego y llegaba tienen en común el ser formas de simultaneidad, pero la diferencia está en el punto respecto del cual la expresan: llego lo hace hacia el origen y llegaba la marca con relación a un punto anterior al origen.
Estos conceptos son diferentes de los habituales presente, pasado, futuro que para este autor resultan insuficientes.
El aspecto se caracteriza por ser una categoría gramatical en que las discrepancias entre lingüísticas muestran fuertes divergencias en su definición y en la demarcación de sus subclases. En este artículo se hace una breve presentación de los aportes de Comrie7, Coseriu8, Bache9 y Pinkster (1983)10 y se concluye que las posiciones de estos autores están menos alejadas entre sí de lo que aparentan, las diferencias se refieren más al nivel en que hay que situar la distinción que a la distinción en sí misma. La oposición aspectual básica es la que se da entre aspecto perfectivo e imperfectivo y el rasgo diferencial radica en la oposición entre situación terminada y situación no terminada.
Tanto la temporalidad como el aspecto están vinculados con el fenómeno del tiempo. «La diferencia radica en que la temporalidad es una categoría deíctica (…) que orienta una situación en el eje temporal con respecto al origen (de forma directa o indirecta). El aspecto, categoría no deíctica, se refiere al desarrollo interno de la situación sin relacionarla con nada exterior a ella misma»11. Esta conexión entre ambas categorías produce vinculaciones específicas entre ciertas subcategorías temporales y aspectuales, tales como anterioridad y perfectividad.
2.3. El verbo en español: modo subjuntivo e indicativo
La RAE indica que el modo revela la actitud del hablante ante la información suministrada, o sea, su punto de vista sobre lo que se presenta o se describe. Sin embargo reconoce que el concepto de actitud es impreciso. La categoría de modo se caracteriza por presentar una gran variedad de valores gramaticales, usados para establecer contrastes entre los actos de habla, para establecer el grado de compromiso del hablante con lo que se afirma y marcar el régimen que corresponde a las oraciones que complementan a determinados predicados. En sentido estricto los modos representan paradigmas flexivos, criterio que permite delimitar tres modos en español: imperativo, indicativo y subjuntivo. El indicativo es el modo que marca lo expresado como información real. Las oraciones no subordinadas se construyen generalmente en indicativo, por lo que se considera el modo no seleccionado o modo por defecto.
Ahern presenta un estudio comprensivo sobre el subjuntivo: contextos y efectos e identifica los usos del subjuntivo cuando el hablante hace referencia a: 1) una situación potencial, una posibilidad y 2) una situación que supone ya conocida por los interlocutores. Además especifica los predicados que seleccionan el subjuntivo en oraciones subordinadas sustantivas, según se detalla a continuación:
- Predicados de deseo y de influencia: el hablante presenta el contenido de la oración como una posibilidad o una situación potencialmente realizable. Por tanto, los predicados como desear, querer, animar, rogar, pedir, exigir, conseguir, permitir, lograr, obligar y similares, implican que la situación de la oración subordinada se presenta como posible y prospectiva (referida al futuro) con respecto al tiempo de referencia del predicado subordinante. Este tipo de predicado requiere el subjuntivo en sus complementos directos siempre que el sujeto de la oración principal tenga un referente distinto de la subordinada; de lo contrario, la forma verbal subordinada será el infinitivo: Quiero que venga Pedro / Quiero ir.
- Predicados de reacción emocional: en este grupo el subjuntivo marca el contenido como información de fondo «supuestamente ya aceptada por los interlocutores, de manera que lo destacado es lo que se expresa en la oración principal. Los predicados que seleccionan el subjuntivo en este tipo de usos tienen como rasgo característico el que implican que el hablante da por hecho, o “presupone”, la situación descrita en la oración subordinada»12. En este grupo se incluyen predicados como alegrar, encantar, lamentar, consolar, gustar, molestar o enfurecer, aquellos que expresan reacciones afectivas a una situación, a la cual se hace referencia en la oración subordinada. Este tipo de predicado requiere el subjuntivo en sus complementos directos siempre que el sujeto de la oración principal tenga un referente distinto de la subordinada; de lo contrario, la forma verbal subordinada será el infinitivo: Me encanta que estudies / me encanta estudiar.
- Verbos de comunicación: Pueden usarse como predicados de influencia (como decir, comunicar, gritar, escribir o gesticular) cuando se emplean para reproducir una información, en cuyo caso, el modo de sus complementos es el indicativo: Dice que Pedro viene. Pero, cuando se utilizan para reproducir una petición o mandato, se emplean con el subjuntivo: Dice que venga Pedro.
En suma, los factores que determinan si las formas verbales de las oraciones subordinadas tienen que estar en indicativo, subjuntivo o en infinitivo son el tipo de predicado que se encuentra en la oración principal y la identidad o no de los referentes de los sujetos de las oraciones es lo que diferencia los usos del subjuntivo y del infinitivo en la oración subordinada. En los casos en que se da alternancia de modos, o sea, en los que algunos predicados se combinan con oraciones subordinadas en indicativo o en subjuntivo, el hablante elige el modo apropiado según lo que se desee expresar. Para profundizar en este tipo de alternancias se recomienda revisar a Ahern.
Por otra parte, las oraciones de relativo especificativas constituyen uno de los contextos que habitualmente facilita la alternancia entre el modo indicativo y el subjuntivo: busco un amigo que sabe español / busco un amigo que sepa español. La elección de uno de los dos modos creará efectos en la interpretación de lo que se dice. Existe una variedad de factores en la oración superior que facilitan la aparición del subjuntivo en las relativas: el significado del predicado en la oración principal, el tiempo verbal y la presencia de elementos como la negación, determinados cuantificadores y adverbios. Las oraciones de relativo sin antecedente expreso y encabezadas por un pronombre relativo o el pronombre neutro lo conforman un contexto en el que se emplea con frecuencia el modo subjuntivo: Quien venga, será bienvenido / lo que digan, no me preocupa / escriba lo que quiera.
Los predicados que expresan voluntad, necesidad u obligación facilitan el uso del subjuntivo en oraciones de relativo, cuyo antecedente es una frase nominal dominada por verbos como: querer, buscar, hacer falta, intentar, inducir, obligar, decidir y similares y sus derivados nominales o expresiones como tener que, poder, deber. Algunos ejemplos: Quiero un libro que trate de temas ecológicos / hacían falta libros que trataran sobre temas ecológicos / necesito libros que traten sobre temas ecológicos.
El tiempo verbal futuro puede afectar la posibilidad de que se emplee el subjuntivo, así como los adverbios o locuciones temporales de habitualidad (siempre, normalmente, todos los días).
Finalmente, el subjuntivo en oraciones adverbiales de tiempo, lugar o modo informan sobre lo ocurrido en la oración principal, las expresiones que las enlazan son los adverbios relativos cuando, donde y como. En estas oraciones los adverbios relativos pueden también funcionar como los pronombres relativos, por lo que introducen oraciones adverbiales y adjetivas. Para una mayor profundización consultar Ahern.
2.4. Las perífrasis verbales
En la Nueva gramática de la lengua española, «se denominan perífrasis verbales las combinaciones sintácticas en las que un verbo auxiliar incide sobre un verbo auxiliado»13, este último construido en forma no personal (infinitivo, gerundio o participio), sin dar lugar a dos predicaciones distintas. El verbo auxiliar suele aparecer conjugado, pero puede no estarlo. Las perífrasis verbales son predicados complejos sintácticamente, en las que los dos verbos —el auxiliar y el auxiliado— están sujetos a grados diversos de integración. Con las perífrasis verbales se expresan en español un gran número de nociones temporales, aspectuales y modales. En consecuencia, es posible clasificar las perífrasis en función de la aportación semántica que hace el auxiliar. «Suele hablarse de perífrasis modales y tempoaspectuales»14. Las perífrasis modales expresan información relacionada con la modalidad, fundamentalmente la de capacidad, posibilidad, probabilidad, necesidad y obligación. «Son perífrasis modales deber + infinitivo, tener que + infinitivo, poder + infinitivo, etc.»15. Las perífrasis tempoaspectuales están directamente relacionadas con el tiempo y el aspecto; en algunas dominan más los rasgos temporales como en «ir a + infinitivo» o «acabar de + infinitivo», cuando expresa anterioridad reciente; otras denotan hábito como «soler + infinitivo”»o repetición «volver a + infinitivo»y predomina la noción de aspecto en las llamadas perífrasis de fase o fasales, las cuales aluden a estadios que se pueden considerar en un proceso.
Ejemplos de estas últimas son:
- De fase preparatoria o de inminencia: estar por + infinitivo, estar para + infinitivo, estar a punto de + infinitivo.
- De fase inicial o incoativas: empezar a + infinitivo, comenzar a + infinitivo, ponerse a + infinitivo, entrar a + infinitivo, etc.
- Cursivas: estar + gerundio, ir + gerundio, seguir + gerundio, etc.
- Terminativas: dejar de + infinitivo, cesar de + infinitivo, acabar de + infinitivo, terminar de + infinitivo, etc.
Entre el verbo auxiliar y el principal a veces media una preposición como en «empezar a + infinitivo» o en «deber de + infinitivo». La conjunción que, característica de “tener que + infinitivo” se acerca en su funcionamiento a las preposiciones16.
Las perífrasis de infinitivo son las más numerosas y pueden ser modales, aspectuales y temporales. Las modales expresan «obligación, posibilidad, necesidad u otras manifestaciones de la actitud del hablante ante el contenido de la proposición»17. Como parte de estas tenemos poder + infinitivo y debe de + infinitivo, haber de + infinitivo.
Las perífrasis de gerundio, por su parte, muestran una acción, un proceso o un estado de cosas presentadas en su curso. La mayor parte de los auxiliares de las perífrasis de gerundio tienen usos independientes como verbos de movimiento: andar, ir, llevar, pasar, seguir, venir, etc. La principal perífrasis de gerundio «estar + gerundio» presenta una situación en su desarrollo interno, comenzada pero aún no concluida, o sea expresa aspecto progresivo. Como consecuencia natural esta perífrasis aparece a menudo acompañada de los adverbios aspectuales: ya, aún y todavía.
Las perífrasis de participio son sumamente polémicas, pero la RAE mantiene el concepto tradicional de perífrasis de participio restringido a los auxiliares estar, tener y llevar.
3. Algunos antecedentes sobre adquisición de las formas verbales en los niños hispanohablantes
Respecto de la lengua española Gili Gaya (1972)18, Cortés y Vila (1991)19, Sebastián (1991)20, Rodenas, Brito y Carranza (1991)21, Villamil-Forastieri (1991)22, Aguado (2002)23, Fernández Pérez (2006)24, Pineda Morales (2014)25, Fernández López (2008)26, Coronado Hernández (2012)27, Benoit Ríos (2013)28 y, en el ámbito costarricense, Murillo Rojas (2018)29, se han ocupado de la producción verbal, fundamentalmente de las nociones de tiempo y del aspecto, en textos emitidos por niños menores de 6 años. De estas investigaciones se reseñan los hallazgos más sobresalientes y que sirven de sustento al presente estudio. Los estudios realizados comparten su interés por la descripción del proceso adquisitivo de las formas verbales, pero discrepan en los enfoques metodológicos utilizados y en las características de los corpus base para la descripción lingüística. Pese a estas divergencias se encuentran similitudes en los hallazgos ofrecidos.
Gili Gaya, en su clásico estudio Funciones gramaticales en el habla infantil, señala que las formas verbales más utilizadas por los niños (de 4 a 11 años) son el presente y el pretérito de indicativo, debido a que el infante habla sobre lo que ve, lo que está haciendo y lo que hizo en un tiempo reciente. Igualmente señala que los niños usan el futuro mediante perífrasis ir + infinitivo y por medio de adverbios, pero a los 10 años empiezan a producir el futuro de forma sistemática; antes de esa edad su valor es modal y no temporal. Cortés y Vila añaden que en la secuencia de aparición de las marcas temporales, el imperfecto aparece muy pronto, el pretérito perfecto es la primera forma de pasado que usan en los sujetos de su muestra y las formas de futuro emergen casi simultáneamente, la simple y la perifrástica. En relación con la función de las primeras marcas temporales, se encuentra que al inicio los tiempos que codifican perfectividad se usan más con verbos de cambio de estado y los que codifican imperfectividad se usan con verbos de estado o con actividades. Esta situación es momentánea, pues con el correr del tiempo esas diferencias se diluyen y los niños utilizan verbos de estado y de actividad con flexiones distintas. En fin, antes de los tres años los niños incorporan las formas temporales para el pasado y para el futuro. Asimismo, los datos de esta investigación apoyan la hipótesis de que el tiempo y el aspecto se construyen simultáneamente. Sebastián analiza las formas verbales de niños españoles de 3, 4, 5 y 9 años al narrar un cuento y describe el comportamiento verbal considerando el tiempo predominante, los contrastes morfológicos, el presente perfecto, el progresivo y el imperfetivo/perfectivo.
En lo concerniente al tiempo predominante, los niños de tres años usan con mayor frecuencia el presente, respecto del pasado; el presente parece ser una forma para describir dibujos. Los niños de 4 y 5 años utilizan con mayor frecuencia el pasado en su forma aspectual perfectiva (comió), con una función de presentación de sucesos focales y aparece el pretérito imperfecto para presentar sucesos secundarios.
Teniendo en cuenta los contrastes morfológicos con fines narrativos que realizan los sujetos de la muestra, los niños de 4 y 5 años utilizan un mayor número de contrastes aspectuales —pasado perfectivo e imperfectivo— y utilizan el pasado como tiempo predominante. Tal parece que la variación aspectual depende del tipo de tiempo predominante escogido por los narradores.
El presente perfecto —ha comido—, forma compleja por sus propiedades temporales y aspectuales, presenta diferentes funciones en su uso. Los niños usan el presente perfecto cuando la forma predominante al narrar es el presente; por tanto, aparece con mayor frecuencia en el grupo de tres años. Estos contrastes se realizan básicamente para indicar una acción o estado final que son visible. A los cuatro y cinco años los informantes utilizan esta forma con funciones adicionales: se usa para situaciones que se pueden inferir. A los nueve años el presente perfecto se utiliza para indicar un suceso ocurrido en el pasado pero que tiene relevancia en el presente y para indicar acciones pasadas que tienen relevancia en el presente.
El progresivo, construido con el verbo estar + gerundio, da cuenta de dos nociones básicas: duración y progreso. Las formas progresivas —presente e imperfecto— son más frecuentes en los niños de tres y cuatro años que en los de nueve años. Esta particularidad puede explicarse por ser una forma característica para la descripción de dibujos. «Los niños más menores no son capaces de elaborar una historia con cohesión narrativa, sino que se limitan en muchas ocasiones a realizar descripciones de los dibujos»30. La presencia de la forma progresiva sin el verbo no afecta su valor durativo; «esto hace pensar que el elemento que el niño reconoce como básico para marcar procesos durativos o en proceso es el gerundio»31.
La distinción entre aspecto imperfectivo y aspecto perfectivo es un mecanismo importante en la organización del discurso narrativo. Los contrastes entre perfectivo e imperfectivo son frecuentes desde los tres años: el perfectivo indica acciones completas y el imperfectivo estados –existencia, locación, deseos, etc. Dado que el niño de tres años no dispone de los mecanismos léxicos o sintácticos para marcar la simultaneidad se sirve de los contrastes aspectuales entre formas progresivas y no progresivas.
Finalmente la autora dice que el uso infantil de cualquier forma verbal, no refleja necesariamente su adquisición de forma definitiva, ni que las funciones atribuidas a esa forma, por parte de los niños, sean las mismas que las del adulto. Además resalta que la complejidad del sistema verbal español no dificulta su adquisición, sino que al contrario parece estimular la adquisición de los marcadores aspectuales y temporales. En fin, puede «considerarse que la incorporación de una forma restringida con una función prototípica inicialmente restringida es un patrón característico del desarrollo del lenguaje»32.
Rodenas, Brito y Carranza analizan el patrón evolutivo del uso de expresiones con valor de futuro en una muestra de 84 niños de dos años y seis meses a 13 años, repartidos en nueve grupos. Los autores señalan que los niños aprenden a expresar los conceptos temporales teniendo en cuenta dos aspectos: el modo en que su lengua nativa codifica la información temporal y la construcción de un sistema de reglas que les permita comprender y producir expresiones referidas al tiempo. Dadas las evidencias recopiladas por las investigaciones realizadas en diferentes lenguas, el valor de futuro parece presentar un grado de dificultad mayor que las formas que hacen referencia al pasado y al presente. En el caso del español, se da la circunstancia de que existe multitud de expresiones verbales que hacen referencia a sucesos futuros, esta variedad obliga al hablante a elegir cuál forma utilizar y, consecuentemente, puede ser causa de su mayor dificultad. Los resultados muestran que los niños pequeños usan con mucha más frecuencia las formas de futuro con valor temporal inmediato y que, conforme avanza la edad, va aumentando la frecuencia de uso de expresiones con valor temporal no inmediato.
El futuro absoluto es poco utilizado en todos los grupos, incluidos los adultos; parece que los niños españoles prefieren usar otras formas verbales para referirse a sucesos futuros. El presente de indicativo con valor de futuro es usado por los niños de 2 y 3 años; sin embargo, la perífrasis ir a + infinitivo es la forma que más utilizan los informantes para referirse a acontecimientos futuros. También se utiliza el imperativo en las primeras edades, sobre todo para dar órdenes, hacer preguntas y prohibir; sin embargo este uso muestra una tendencia decreciente con la edad. Por otra parte, el presente de subjuntivo es una de las formas verbales que manifiesta una clara tendencia a crecer con la edad; a partir de los 4-5 años todos los sujetos utilizan alguna vez este tiempo verbal. El pretérito imperfecto de indicativo es utilizado con valor de futuro en dos sentidos: hipotético (si tuviera dinero compraba un coche) e imaginativo (yo era el bueno y tú eras el malo). Con el sentido imaginativo aparece a los tres años, se incrementa a los cuatro, a los cinco años tiene una utilización máxima y prácticamente desaparece a los seis años. El condicional, por su parte, forma que añade al valor de futuro la idea de probabilidad, es de uso tardío, pues aparece a los cinco años y es usado por el 40% de los niños de la muestra. El infinitivo se considera una forma verbal en continua tensión hacia el futuro, pero dado que no lleva morfológicamente ninguna indicación temporal se debe recurrir al contexto para identificar el tiempo de la acción del verbo. Los niños pequeños lo usan fundamentalmente en sustitución del imperativo y acompañando a verbos modales.
En suma, el niño utiliza la forma de futuro absoluto para expresar una acción futura de la cual no está seguro o tiene dudas, mientras que emplea el presente o la perífrasis ir a + infinitivo cuando tiene certeza de que la acción va a ocurrir: esta tarde toca la clase de lengua/ esta tarde tocará (probablemente) la clase de lengua. Los datos que ofrece esta investigación parecen mostrar que el desarrollo del lenguaje temporal no termina con la segunda infancia, sino que se prolonga quizá hasta la adolescencia.
Villamil-Forastieri parte de un corpus narrativo aportado por 14 niños. Esta autora conceptualiza el tiempo como el momento de una situación dada de habla y la proyección temporal que el hablante hace en su enunciación. El aspecto se refiere al orden temporal interno de una acción específica; por ejemplo, en el pretérito imperfecto se presume una acción simultánea a la acción denotada en el enunciado, contrario al pretérito perfecto que hace referencia a una acción terminada. Como parte de los resultados encontrados en esa investigación se analizan los verbos en términos de categorías verbales y la cantidad de verbos emitidos en cada una de ellas. Los verbos desinentes y los verbos de actividad son los más utilizados. Los eventos de estado son menos frecuentes en uso y cantidad. Respecto a la distribución porcentual los niños utilizan un 40% de verbos desinentes, 44% verbos de actividad y 16% verbos de estado. El uso principal de los verbos desinentes es en imperativo, seguido del presente, a continuación el pretérito indefinido y por último el infinitivo. Los tiempos verbales del presente ocupan la posición mayoritaria respecto del tiempo pasado. Se usa el imperativo, el presente y el progresivo presente. En pasado el pretérito indefinido es el más usado. En este estudio no se hace referencia al futuro.
Aguado presenta una descripción pormenorizada del lenguaje del niño antes de entrar al segundo ciclo de la educación infantil, según la organización curricular española. Este estudio tomó los aportes de 35 niños de 2 años y 6 meses aproximadamente. Respecto de los verbos identifica el número total de todas las formas temporales empleadas, con exclusión del imperativo y los determinantes verbales que formaban parte de fórmulas dialógicas. Para el análisis de los verbos se incluyeron las perífrasis: ir a + infinitivo, las compuestas por gerundio y las que llevan participio pasado. Además se incluyeron las formas no personales de gerundio, infinitivo y participio. Respecto de los tiempos y modos verbales, se destaca que las formas verbales más usadas por los niños son presente, pasado y futuro de indicativo. El presente es el tiempo más empleado (64,39% de todos los verbos), el presente progresivo (0,97%), representa la continuidad del momento en que se realiza la acción, razón por la cual los verbos que representan el presente progresivo son de actividad. El presente se desliza hacia el pasado inmediato (pretérito perfecto) y el futuro inminente (ir a + infinitivo). El pretérito perfecto compuesto es la forma del pasado más utilizada con un 8,93% de apariciones en el corpus; el pretérito imperfecto representa el 1,21% y en el 70% de las veces de su aparición se produce con verbo de estado. La perífrasis ir a + infinitivo representa un 6,76% y en un 44,64% de las veces se forma con verbos de cambio de estado puntual (se va a levantar).
En este estudio se constata que los verbos de estado se emplean en presente de indicativo; los verbos de cambio de estado puntual, en perfecto compuesto y con un uso predominante de participios pasados, como indicadores de la acción recién terminada y, los verbos de actividad con formas de continuidad (presente progresivo, gerundio y futuro). En suma, los tiempos verbales más empleados en esta investigación son el presente, el pretérito perfecto compuesto (he comido) y la perífrasis con valor de futuro ir a + infinitivo.
Pineda Morales analiza la adquisición del tiempo y aspecto en niños venezolanos y españoles. El análisis de la gramaticalización del aspecto y el tiempo se realiza desde la perspectiva morfológica. En términos generales se concluye que los niños eligen el presente como referencia temporal y la categorización aspectual para fijar las características de las situaciones. Se encuentran tres aspectos en el tiempo pasado, considerando que los niños se refieren a situaciones ocurridas pasadas: el imperfectivo, acción inacabada; el imperfectivo en progreso, acción inacabada en progreso; y el perfectivo pasado, acción ocurrida en pasado. Sin embargo, dependiendo del tipo de discurso, contexto real o narrativo, y de los adverbios, no todas son acciones ocurridas en el ayer. Además se presentan algunos casos en que los niños usan el modo subjuntivo y se nota la ausencia de formas verbales más complejas.
En esta investigación se demuestra que el tipo de discurso determina el uso de ciertas formas verbales y por consiguiente aspectuales. En relación con el imperfectivo, en el corpus de la niña española aparece usado en las historias narradas y en hechos reales pasados. En la muestra de niños venezolanos, solo un niño lo usó en contextos narrativos, los otros niños no usan este aspecto. Finalmente se demuestra que los niños venezolanos y españoles presentan diferencias entre el uso del pretérito simple y compuesto. Por consiguiente se asume que el entorno lingüístico del niño influye en su producción, específicamente en su relación con el adulto.
Benoit Ríos estudia las formas verbales usadas por diez niños de cuatro años y seis meses a cuatro años y once meses y de seis años y seis meses a siete años en la narración de historias breves. El primer grupo usó mayoritariamente el tiempo presente; el segundo, el tiempo pretérito. Ambos grupos utilizaron el futuro y en menor grado formas verbales compuestas. Señala que la morfología del verbo ha sido un tema de gran interés para los investigadores que se han ocupado del desarrollo lingüístico en sus primeras etapas, quienes particularmente se han centrado en el contenido temporal de las formas verbales de pasado en el lenguaje infantil. En este contexto surge la hipótesis «aspecto antes que tiempo» y como antecedentes se citan a Sebastián33, Gili Gaya34, Sebastián, Soto y Gathercole35, Pandolfi36, Peronard37, López Ornat38, Sánchez Abchi et al39 y Tomasello40.
Respecto del primer grupo se constata la preferencia por el uso del presente (56%), porcentaje obtenido del resultado del total de ocurrencias verbales del tiempo y el número total de formas verbales presentes en la comunicación lingüística de los niños del estudio. El segundo tiempo más utilizado fue el pretérito con un 41%; seguido del futuro, con un 2%, seguido del condicional con un 1% del total verbal. El segundo grupo empleó como forma verbal para narrar historias el pretérito, con un 52%; seguido por el presente, con un 45%; el futuro, con un 2,5% y, por último, el condicional, con un 0,5%. «Los datos permiten señalar que el pretérito es de aparición tardía y, por lo tanto, su desarrollo y frecuencia es mayor a medida que el niño aumenta su edad»41. El artículo menciona las frases verbales o conjugaciones perifrásticas, pero solo se refiere a sus porcentajes de aparición, sin hacer referencia a ejemplos o tipos específicos. Respecto del pretérito se observa un mayor uso del pretérito imperfecto en relación con el perfecto y una escasa utilización del futuro. En cuanto a las frases verbales, se pudo constatar un privilegio por el uso de las formas verbales simples más que por las compuestas, exceptuando la utilización de perífrasis para hacer alusión al tiempo futuro, como en «va a saltar», «se va a ir para la casa». Otro aspecto destacable es el aumento en la extensión de las producciones del segundo grupo respecto del primero y el uso del pretérito en las narraciones de los niños mayores. Por último, en ambas etapas los niños utilizaron muchas frases verbales o conjugaciones perifrásticas para sus realizaciones lingüísticas: un 45.4% para el grupo 1 y un 26.3% para el grupo 2, pero no fueron descritas en este estudio.
Coronado Hernández estudia las perífrasis verbales producidas por cinco niños (de seis, ocho y diez años), quienes le aportaron una narración oral, de la cual se extrajeron las perífrasis. En el análisis se adiciona un cuadro que muestra las perífrasis y su clasificación de la siguiente forma: perífrasis verbal con sentido pasivo —estaba dormido/acostado—, perífrasis verbal con sentido de acción durativa —estaba gritando—, perífrasis verbal con sentido aspectual de colocación –salieron a correr-, perífrasis verbal con significado aspectual resultativo –se quedó atorado-, perífrasis verbal con significado aspectual incoativo —fue a rescatar, ir a visitar—, perífrasis verbal con significado aspectual incoativo de fase inicial (+ iterativo) —empezaron a jugar—, perífrasis verbal temporal-aspectual —se había metido— perífrasis verbal modal/temporal —podría ver—. Se concluye que la complejidad y variedad perifrástica va aumentando tanto sintáctica como aspectualmente conforme crece el niño en edad.
Fernández López examina las producciones verbales de un grupo de niños con edades comprendidas entre los dos y los cuatro años y describe, específicamente, dos formas de pasado: pretérito perfecto y pretérito imperfecto. Desde el punto de vista teórico-metodológico aclara que el señalamiento de la aparición de una determinada categoría dependerá del grado de exigencia que el investigador imponga para admitir su dominio. «En lo que parece existir acuerdo es en que la aparición aislada de una forma no basta. Es necesario registrar un determinado número de usos, y que además las realizaciones muestren ciertas regularidades. Esto no significa que los períodos precategoriales carezcan de interés. En ellos puede estar la clave para comprender los avances posteriores»42.
El análisis de los datos plantea un acercamiento al aspecto léxico del verbo y su vínculo con las primeras marcas morfológicas. Además se describen la adquisición de las formas de pasado en diferentes contextos. Los resultados constatan una mayor y más temprana presencia del perfecto, respecto del imperfecto. A partir de los dos años ya es posible rastrear secuencias en las que el niño emplea estas formas. Los datos también confirman la existencia de un vínculo entre la adquisición de las primeras marcas morfológicas y el aspecto léxico del verbo. Un número considerable de las formas de perfecto corresponde a verbos que denotan un acontecimiento puntual (romper, caer, cortar, tirar, cumplir, pinchar, despertar...). En las formas de imperfecto, sin embargo, los verbos indican en un alto porcentaje un acontecimiento durativo o un estado (haber, tener, querer, estar, ser...). No obstante, los datos muestran que no hay una división perfecta, sólo una tendencia, cuyo cumplimiento, además, decrece con el paso del tiempo.
Los datos permiten confirmar también la escasa variabilidad morfológica que presentan la mayoría de los verbos en las etapas iniciales. Así, entre los dos y los tres años, la norma de que un verbo que aparece en perfecto no se conjuga en imperfecto tiende a cumplirse. No obstante, algunos verbos presentan un comportamiento minoritario, se conjugan en una y otra forma: ser y estar, querer y decir. En informantes con mayor edad, la variabilidad morfológica de cada verbo se incrementa paulatinamente. Además, los verbos en los que suelen aparecer las formas de imperfecto se corresponden con aquellos que poseen las frecuencias de uso más altas en castellano, son verbos como tener, haber y querer, ser y estar. Respecto del tipo de discurso, se comprueba que en las narraciones de cuentos incide en mayor grado sobre las formas de imperfecto. En todas ellas, aunque se construyan a partir de la descripción de láminas, persiste un mismo valor: el de irrealidad. La diversidad de situaciones en las que se registran los usos del perfecto no permite establecer un vínculo de este tipo.
Murillo Rojas43 identifica los tipos de verbos y las formas verbales temporales empleadas por 38 de niños costarricenses de 2 a 4 años en la producción de textos orales. Entre los principales hallazgos se cita que los verbos ser y estar ocupan las frecuencias más altas, lo que coincide con lo encontrado por Cano et al. 44.
Los tiempos verbales más ampliamente usados son el presente, el pretérito perfecto simple y la perífrasis con valor de futuro ir a + infinitivo. Mediante estos tiempos el niño expresa lo experimentado en el momento actual, el presente representa el aquí y el ahora, las otras dos formas un pasado y un futuro todavía ligados al presente. Respecto del modo indicativo se comprueba que el niño entre los 2 y 4 años utiliza formas verbales de presente, pretérito perfecto simple, pretérito imperfecto, futuro analítico y sintético. Los tiempos compuestos son incipientes y están ligados a narraciones de textos literarios y a colocaciones muy específicas como «este cuento se ha acabado». El modo subjuntivo, ubicado en el ámbito de lo supuesto, de la proyección mental, es de adquisición más tardía y su representación en el texto oral infantil se circunscribe a oraciones finales precedidas de la preposición para, con un sentido de futuro, como forma para expresar deseos y conjeturas proyectadas hacia los personajes de cuentos infantiles. En este modo verbal el niño utiliza únicamente algunas formas de presente y de pretérito. El aspecto verbal se ve representado en esta muestra por la perífrasis estar + gerundio y las dos realizaciones del pretérito: perfecto simple e imperfecto. Esos usos ya están presentes en el habla de los niños desde los dos años. Respecto de la función verbal, los datos obtenidos son coincidentes con los encontrados por autores como Aguadoa y Cortés y Vila, en el sentido de la preeminencia de los verbos actividad, asociados al presente y a las formas progresivas, frente a los de cambio de estado puntuales y de estado.
Las investigaciones citadas aportan información metodológica y hallazgos científicos que permiten comparar los resultados obtenidos con los de los niños costarricenses y de otras realidades socioculturales tanto en Europa como en América. En este sentido, se sigue la línea general de recopilación de textos narrativos y eventos espontáneos de habla para formar el corpus, objeto de estudio. En términos generales, estas investigaciones indican que desde los tres años el niño utiliza el presente, seguido del pasado y la perífrasis con valor de futuro inmediato, ir a + infinitivo, todos en modo indicativo. Respecto de los contrastes morfológicos —perfectivo e imperfectivo— el pretérito perfecto es la primera forma de pasado más utilizada y el pretérito imperfecto aparece pronto, pero con una frecuencia de uso menor. Además se establece una relación entre el aspecto léxico del verbo y su marca morfológica; las formas verbales de perfecto corresponden mayoritariamente a verbos de acontecimiento puntual y las de imperfecto a un acontecimiento durativo o de estado. En este mismo orden, el progresivo construido con estar + gerundio también se utiliza desde los tres años, muy ligado a la descripción de imágenes u objetos concretos.
4. Metodología
La presente investigación descriptivo-transversal parte del hecho de que la socialización y la adquisición del lenguaje son aspectos del mismo proceso; por tanto, se hace necesario registrar la producción lingüística en diferentes prácticas sociales en que el niño interactúa regularmente. Se elige la narración de eventos presentes ligados al contexto escolar y familiar, la narración de cuentos, películas y programas de televisión o eventos que interesen al niño como situaciones idóneas para recopilar la información requerida. Se considera, al igual que Prego, que «la narración es un género discursivo idóneo para analizar la adquisición del lenguaje como un proceso enraizado en la socialización dado que, (…) el género narrativo es un punto de encuentro entre los niveles léxico, gramatical, pragmático, cognitivo y social. Y, por lo tanto, constituye un contexto discursivo natural para analizar la adquisición del lenguaje»45.
Con el propósito de dar respuesta a la pregunta principal: ¿cómo aumenta la complejidad en la producción verbal del niño en relación con la edad?, se toman del corpus oral de niños de 2 a 6 años (proyecto de investigación 745-B6-320, Test morfosintáctico para niños costarricenses menores de 6 años, de la Universidad de Costa Rica) los contextos en que aparecen verbos y perífrasis verbales de los informantes de 4 a 6 años, con el propósito de describir sus usos. Se identificará el total de formas temporales y aspectuales empleadas por los niños. Siguiendo las recomendaciones de Aguado y en virtud de las características del corpus no se contabilizó el imperativo dentro de los verbos, pues la mayor parte de las veces sustituyen a un enunciado, tampoco se tomaron en cuenta verbos que forman parte de fórmulas dialógicas o conectores pragmáticos (digamos, oiga, vea, veamos). Se analizan las perífrasis formadas por infinitivo, gerundio y participio, a partir del análisis de los contextos de uso, recuperados mediante el comando kwal del sistema CLAN.
Se describe la presencia del subjuntivo en las muestras de habla de conformidad con los postulados teóricos de Ahern46, quien considera que podrían distinguirse los modos indicativo y subjuntivo como marcas que señalan el tipo de intención con la que el hablante expresa el contenido de la oración. En este sentido, distingue entre los tipos de intenciones del hablante correspondientes a la alternancia entre el indicativo y el subjuntivo en los siguientes términos:
- «El indicativo se emplea cuando el contenido del enunciado constituye un pensamiento que expresamos para proporcionar información al destinatario.
- El subjuntivo se emplea cuando hacemos mención de un contenido que enmarcamos como una posibilidad, o bien como un dato observable en el contexto de la comunicación».
En suma, se describen las formas verbales que aparecen en indicativo, subjuntivo y formas no personales (infinitivo, gerundio y participio) y perífrasis verbales en cuatro grupos de edad: grupo 1: de 4 años a 4 años y seis meses, grupo 2: de 4 años y siete meses a cinco años, grupo 3: de cinco años a cinco años y seis meses y grupo 4: de cinco años y siete meses a seis años.
5. Análisis de los datos
El análisis se organiza por edad, modos y tiempos verbales (indicativo, subjuntivo), formas no personales y perífrasis verbales. Se identificó el total de formas verbales conjugadas en cada grupo de edad, cuyo resultado es el siguiente: grupo 1: 320, grupo 2: 429, grupo 3: 429 y grupo 4: 427. Seguidamente se especifica la distribución de esos totales por modo y tiempo gramatical.
Grupo 1: las 318 formas verbales conjugadas se distribuyen de la siguiente forma: a) modo indicativo: presente 139, pretérito perfecto simple 64, pretérito imperfecto 14, futuro sintético 1; b) modo subjuntivo: presente 7, pretérito imperfecto 1; c) formas no personales: infinitivo 57, gerundio 19 y participio pasado 16.
Grupo 2: las 429 formas verbales conjugadas se distribuyen de la siguiente forma: a) modo indicativo: presente 149, pretérito perfecto simple 101, pretérito imperfecto 41; b) modo subjuntivo: presente 22, pretérito imperfecto 10; c) formas no personales: infinitivo 62, gerundio 19 y participio pasado 25.
Grupo 3: las 428 formas verbales conjugadas se distribuyen de la siguiente forma: a) modo indicativo: presente 163, pretérito perfecto simple 108, pretérito imperfecto 35, condicional 1; b) modo subjuntivo: presente 16, pretérito imperfecto 3; c) formas no personales: infinitivo 53, gerundio 22 y participio pasado 27.
Grupo 4: las 427 formas verbales conjugadas se distribuyen de la siguiente forma: a) modo indicativo: presente 150, pretérito perfecto simple 105, pretérito imperfecto 40, condicional 3 y futuro sintético 2; b) modo subjuntivo: presente 7, pretérito imperfecto 6; c) formas no personales: infinitivo 63, gerundio 24 y participio pasado 27.
El futuro próximo formado por la perífrasis «ir a + infinitivo» se analiza en el apartado correspondiente a la descripción de las perífrasis verbales y los usos de las formas no personales. Los datos relativos al uso de los tiempos verbales en los modos indicativo y subjuntivo se analizan de forma seccionada, primerio uno y luego el otro, considerando el valor porcentual que los representa en el habla infantil y el grupo de edad; ello con el propósito de evidenciar el proceso de adquisición de estas formas gramaticales en cada grupo de edad. En total se presentan dos cuadros y tres tablas que sintetizan y ejemplifican la producción verbal de los niños de 4 a 6 años.
5.1. El modo indicativo
En el cuadro 1 se especifican los porcentajes correspondientes a los tiempos presente y pretérito perfecto e imperfecto de indicativo de los cuatro grupos de niños estudiados.
Cuadro 1: Formas verbales en modo indicativo por grupo de edad con sus respectivos porcentajes de uso *.
N.o |
Presente |
Pretérito perfecto simple |
Pretérito imperfecto |
Total |
1 |
43.71% |
20% |
4,37% |
67,80 |
2 |
34,73% |
23,54% |
9,56% |
67,83 |
3 |
38,08% |
25,29% |
8,19% |
71,65 |
4 |
35,13% |
24,59% |
9,37% |
69,09 |
*La base 100 corresponde al total de formas verbales conjugadas por grupo.
Según este cuadro, las formas más utilizadas por los niños son el presente y el pretérito perfecto simple, datos que coinciden con Murillo Rojas al estudiar las formas verbales de una muestra de niños costarricenses entre 2 a 4 años. Los totales representan el porcentaje proporcional del total de formas verbales presentes en los textos en que se utilizó el presente y pretérito perfecto simple e imperfecto de indicativo, excluidas las formas verbales del subjuntivo, infinitivos, participios y gerundios.
Respecto del pretérito es notoria y constante su presencia en los dos aspectos puntual y durativo; su aparición, aunque no equivalente, demuestra que el niño maneja en su discurso tanto el tiempo como el aspecto verbal. Las conjugaciones que aparecen en pretérito en cada uno de los grupos son:
Primer grupo: pretérito perfecto simple: apagó, bajé, cayó, caí, cazó, comió, compró, conocí, convirtió, cortó, creció, dio, decidió, dije, dijo, destruyó, echo, hizo, encontró, escogí, inventé, fue, fui, fuimos, llegó, llevó, mordió, nació, pagó, pasó, pataleé, peinó, perdió, puse, traje, vino, voló, regaló, regresó, revolcó, salió, salvó, sopló, terminó, quedó, pude, puso, abrazaron, cayeron, cambiaron, cantaron, casaron, chocaron, cocinaron, dieron, dijeron, desbarataron, encontraron, escaparon, oyeron, perdieron, pusieron, tomaron, vinieron, vivieron; pretérito imperfecto: andaba, convertía, estaba, estábamos, giraba, hacía, iba, iban, necesitaba, quería, sabía, sonaba, soplaba y tenía. En cuanto a las personas gramaticales presentes son la primera singular, segunda y tercera singulares y segunda y tercera plural. La primera persona plural, aparece solamente en dos casos: fuimos y estábamos, una en pretérito perfecto simple y otra en imperfecto: habría que ahondar un poco más en el corpus para determinar la cantidad de narraciones relativas a experiencias personales y familiares, en las que es de esperar que aparezca con mayor frecuencia esta persona gramatical, o bien narraciones de situaciones vividas por otros, ya sean reales o imaginarias, en las que la tercera persona plural sería la protagonista. Sirva el siguiente ejemplo como muestra de la narración de una situación vivida en familia, en que aparece la primera persona plural como sujeto desinencial y como complementario:
[1]*SAM: Y luego nos chocaron unas (..) ¿Sabe qué nos chocaron?
*ADU: ¿Qué les chocaron?
*SAM: Unas olas [/] olas y se nos vinieron olas para la arena que estábamos jugando.
Al continuar la descripción de los datos, se pone de manifiesto el dominio del aspecto verbal en pares de formas verbales correspondientes al mismo tiempo, pero diferente aspecto: iba/fui, hacía/hizo y soplaba/sopló.
Segundo grupo: pretérito perfecto simple: di, encontré, fui, llegué, pegué, puse, vi, caí, corté, dije, tiré (primera persona singular); abrió, acabó, apareció, asustó, atropelló, cayó, caminó, casó, comió, comenzó, congeló, cantó, creció, dio, dijo, disfrazó, durmió, empujó, enamoró, encantó, encontró, enojó, enseñó, escapó, escondió, ganó, habló, hizo, fue, llegó, llenó, lloró, mandó, mató, metió, mordió, murió, nació, pasó, pegó, perdió, pudo, puso, quiso, quitó, regaló, regañó, regresó, regó, rompió, soltó, tuvo, terminó, vendió, vio (segunda y tercera persona singular); comimos, hicimos, fuimos (primera persona plural); ayudaron, cayeron, casaron, comieron, compraron, cantaron, dieron, dolieron, durmieron, encantaron, encontraron, enojaron, escondieron, hicieron, invitaron, fueron, llegaron, llevaron, mataron, murieron, nacieron, pelearon, perdieron, pusieron, quitaron, regañaron, separaron, soltaron, vieron, vomitaron, adoptaron (segunda y tercera persona plural). En pretérito imperfecto: hacía, iba, tenía (primera persona singular); casaba, cuidaba, daba, decía, , encontraba, estaba, gritaba, gustaba, llamaba, llegaba, mandaba, mordía, quería, rescataba, reventaba, sabía, era, eras, usaba, veía, vivía (primera, segunda y tercera persona singular); estábamos, sabíamos, teníamos (primera persona plural); dejaban, estaban, habían, iban, peleaban, querían, regañaban, sabían, salían, eran, tenían (segunda y tercera persona plural)
Tal como sucede con el grupo anterior, las personas gramaticales con mayor presencia son la segunda y tercera persona singular y plural; esta muestra que el niño en sus discursos habló sobre terceras personas, hecho que es coherente con el tipo de discurso elicitado, o sea, narraciones sobre experiencias vividas o cuentos infantiles.
Siguiendo la descripción de los datos se pone de manifiesto el dominio del aspecto verbal en pares de formas verbales correspondientes al mismo tiempo, pero diferente aspecto: dio/daba, dijo/decía, encontró/encontraba, llegó/llegaba, mandó/mandaba, mordió/mordía, quiso/quería, fue/era, vio/veía, fueron/iban, pelearon/peleaban.
Tercer grupo: pretérito perfecto simple: adopté, aprendí, brinqué, choqué, conocí, di, hice, fui, llevé, metí, nací, puse, rompí, traje, vi, vine (primera persona singular); acabó, acercó, acompañó, agarró, ayudó, bajó, besó, cayó, calzó, cantó, comió, compró, congeló, convirtió, cumplió, creció, dio, dijo, dañó, despertó, dolió, encontró, entró, estuvo, existió, hizo, hundió, intentó, invitó, fue, lastimó, llegó, llevó, lloró, mandó, mató, metió, mordió, murió, nació, ocurrió, olvidó, pasó, pidió, pinchó, puso, preparó, punzó, quedó, quitó, reparó, respondió, rompió, sacó, salió, saltó, siguió, sentó, soltó, subió, tuvo, terminó, viste, vino (segunda y tercera persona singular); conocimos, hicimos, fuimos (primera persona plural), atropellaron, cayeron, comieron, cosieron, crecieron, dieron, echaron, encontraron, invitaron, fueron, llevaron, murieron, nacieron, pelearon, pensaron, perdieron, pusieron, quitaron, subieron, terminaron, vieron, vinieron (segunda y tercera persona plural). En pretérito imperfecto tenemos: acordaba, caía, conocía, daba, decía, dolía, empezaba, encantaba, estaba, existía, gustaba, iba, llamaba, llevaba, parecía, pensaba, perseguía, picaba, podía, quería, recuperaba, reía, salía, era, tenía, veía (primera, segunda y tercera persona singular), estabas, querías (segunda persona singular en voseo), podíamos, teníamos (primera persona plural), estaban, querían, eran (segunda y tercera persona plural). Nótese que la primera persona plural aparece solamente en dos casos: podíamos y teníamos, situación similar a la encontrada en los grupos anteriores.
Siguiendo la descripción de la información se pone de manifiesto el aumento de la presencia del aspecto verbal en pares de formas correspondientes al mismo tiempo, pero diferente aspecto: conocí/conocía, fui/iba, llevé/llevaba, vi/veía, acordó/acordaba, cayó/caía, dio/daba, dijo/decía, dolió/dolía, estuvo/estaba, existió/existía, fue/iba, salió/salía, tuvo/tenía.
Cuarto grupo: pretérito perfecto simple: caí, conté, corté, dije, guardé, fui, metí, puse, quedé, traje, vi (primera persona singular); agachó, agarró, alejó, apareció, aprendió, atrapó, botó, buscó, comió, compró, conoció, contó, contestó, cortó, creyó, curó, dio, dijo, disparó, encontró, escondió, hizo, fue, ladró, llegó, llevó, molestó, olvidó, oyó, paró, pasó, pegó, peleó, perdió, perforó, pudo, puso, prendió, quedó, quitó, regaló, rescató, rompió, salió, saltó, siguió, sirvió, tuvo, terminó, tiró, trajo, vio, vino, volvió (segunda y tercera persona singular); abrazaron, agarraron, ayudaron, comieron, cortaron, cosieron, crecieron, dieron, dijeron, destruyeron, empezaron, encontraron, escucharon, hicieron, fueron, llamaron, llegaron, marcaron, metieron, nacieron, olieron, pararon, pelearon, pusieron, quedaron, quitaron, recordaron, sacaron, salieron, sentaron, separaron, usaron, vinieron, vivieron, volvieron (segunda y tercera persona plural). En pretérito imperfecto tenemos: agarraba, andaba, bajaba, caía, corría, daba, detenía, encontraba, estaba, gustaba, hacía, había, iba, jugaba, llamaba, llenaba, llevaba, ponía, quería, sabía, sacaba, era, tenía, tiraba, tocaba, traía, venía (primera, segunda [forma de ustedeo] y tercera persona singular); andaban, chocaban, comían, encontraban, estaban, habían, iban, ponían, sabían, sentían, eran, tenían (segunda y tercera persona plural); habíamos, estábamos (primera persona plural). Se continúa con un patrón similar al descrito en los grupos anteriores, en el sentido de que se manifiesta la competencia en el uso del pretérito y aspecto verbal: daba/dio, encontraba/encontró, hizo/hacía, fue/iba, tenía/tuvo, tiró/tiraba, trajo/traía.
Respecto de tiempos compuestos formados por el auxiliar haber + el participio pasado, el comportamiento de los grupos es el siguiente: el primer grupo actualizó cuatro construcciones con tiempos compuestos, a saber: ha acabado, ha pagado, ha terminado y ha visto. Las construcciones ha acabado y ha terminado corresponden a textos ligados a la expresión canónica de conclusión de los cuentos infantiles «colorín colorado, este cuento se ha acabado/terminado»; mientras que en los casos de ha visto y ha pagado la situación es distinta. La presencia de la construcción ha visto surge como correlato del texto previo emitido por el adulto, tal como puede apreciarse en el ejemplo [2]. Por otra parte, la construcción ha pagado surge de forma independiente y desligada del texto del adulto, ejemplo [3].
[2]*ADU: ¿Y esa película de qué trata; es que vieras que no la he visto?
*TAM: Ah trata de animales.
*ADU: Ajá.
*TAM: ¿Usted nunca la ha visto?
[3]*DAN: Po:rque mi mamá tiene que trabajar.
*ADU: ¿Tiene que trabajar?
*DAN: Es que ella no ha pagado la casa ya pagó uno.
Los niños del segundo grupo amplían la frecuencia de uso de los tiempos compuestos formados por el auxiliar haber + el participio pasado: ha acabado, he aprendido, ha mordido, hemos tenido, ha *morido, ha tenido, había escuchado, he visto, mostrando así un mayor dominio de estas formas respecto del grupo anterior. El tercer grupo, niños de cinco años a cinco años y seis meses, actualizó en ocho ocasiones el tiempo compuesto en las formas: ha acabado / he adoptado / ha construido/ / he leído/ han metido/ he visto y dos formas verbales correspondientes al pretérito pluscuamperfecto: había comido / había crecido. A continuación dos ejemplos como muestra:
[4]*JPA: (..) Este cuento yo lo he leído, mi abuelita lo tiene.
[5]*JPA: Las hormigas estaban caminando y y entonces los pajaritos cuando (xxx) vieron que ella ya había crecido (...)
Finalmente en el cuarto grupo, niños de cinco años y siete meses a seis años, también se utilizan formas correspondientes al pretérito perfecto compuesto: ha acabado, ha comprado, he dicho, he ido, he visto y ha visto. Además formas del pretérito pluscuamperfecto de indicativo: habíamos visto, había visto, habían cogido y había crecido. A continuación un par de ejemplos:
[6]*ALL: Yo lo quisiera pero mi mamá no me ha comprado uno de estos.
[7]*MAJ: Usted no ha visto una película que es de así que que es de un chico que se llama &e Toreto y que que es pelón?
Si bien no es prolífico el uso de formas compuestas, se observa un uso creciente y de conformidad con la utilización en el lenguaje adulto de la comunidad de habla costarricense.
Pasando a otro tiempo verbal, corresponde explorar las formas verbales de futuro. Tal como lo señalan los estudios exploratorios, entre estos Ródenas, Brito y Carranza ,(1991) «los niños más pequeños utilizan casi exclusivamente el presente, el imperativo y el infinito para mencionar acontecimiento que aún no han sucedido (casi el 90% de todas las formas verbales de futuro están en presente). Incluso cuando utilizan el futuro simple, no parece tener este tiempo una verdadera connotación temporal de futuro, sino que expresa más bien el deseo de que suceda algo («yo te ganaré a ti a correr»; «mi papá me comprará muchos gatitos»). El lenguaje del niño pequeño se encuentra, al parecer, en lo que Smith (1980) ha llamado “el tiempo del suceso”»47.
En el corpus en estudio se da una situación similar a la encontrada por Ródenas, Brito y Carranza, pues el niño no actualiza formas prototípicas de futuro; por tanto, la presencia del futuro simple es casi inexistente y circunscrita a contextos propios de la narración de un cuento infantil y a la reproducción de modelos literarios o frases hechas. En este contexto el primer grupo fue el único que actualizó esta forma verbal, al expresar un deseo, tal como se muestra en el siguiente ejemplo:
[8]*AAR: Y y te llevaré a mi doctor.
*ADU: Aquí es.
*AAR: Hola, doctor; tengo una ala rota.
En definitiva, tal como se ha comprobado el tiempo de referencia del niño es el presente, el cual se expande hacia otros segmentos temporales más cercanos como el futuro próximo representado mediante la perífrasis ir a + infinitivo y el pretérito más inmediato, que ocupa el espacio de lo que acaba de suceder, correspondiente al perfecto simple, de conformidad con el uso general en el español americano. Las formas verbales expresadas mediante perífrasis se describen en el punto 4.3. de este estudio.
Antes de cerrar este apartado, se dedican unas líneas al uso del condicional de indicativo en la interacción comunicativa adulto-niño, forma verbal utilizada por los grupos 1, 3 y 4. Empezando con los niños de 4 años a 4 años y seis meses, se identifica el uso del condicional simple en dos casos: haría y podría. Como parte del análisis de las formas citadas es oportuno reflexionar en torno al modelo lingüístico empleado por el entrevistador respecto de esta forma verbal. La entrevistadora utiliza el condicional de cortesía para solicitar a la niña que le cuente un cuento: Samantha ¿te gustaría contarme alguno de estos cuentos? En el contexto de la narración se establece un diálogo en torno de la disposición de una y de la otra para tomar un sapo con la mano. Vuelve la entrevistadora a utilizar el condicional, en este caso de atenuación, y dice: yo no lo haría, ante lo que la niña responde: yo sí lo haría. A continuación el ejemplo:
[9]*ADU: Y sí, imagínate quedaríamos llenas de lodo!
*ADU: &=ríe Yo no lo haría.
*SAM: Yo sí lo haría.
En el tercer grupo el condicional simple se presenta en una ocasión motivado por el texto previo del adulto con quien conversaba el informante; este ofrece el contexto comunicativo para que el niño actualice esta forma verbal.
[10]*ADU: A mí sí me daría miedo.
*JPA:A mí no porque como ahora y le daría una patada en los ojos.
En el cuarto grupo tres informantes utilizan el condicional simple (dos niñas y un niño), en tres contextos diferentes: en la introducción de un texto directo al narrar un cuento y dar voz a un personaje se usó el condicional de cortesía (ejemplo 13), al asumir la decisión de tomar una posición grupal (tendríamos que decidirlo las tres) y uso en una situación hipotética (sería mejor si me lo hubiera regalado). A continuación un ejemplo como muestra:
[11]*MAJ: Como se enojó tanto, entonces llegaron allá al parque, verdad, y [/] y le dice a Duke le dice a Duke “Duke me puedes traer un palo para masticar” . “Me encantaría masticar un [/] un palo” &=ríe . &Enton entonces le va a llevar uno verdad.
En suma, el uso del condicional simple es apenas incipiente; sin embargo, su importancia radica en la posibilidad de valorar su uso desde la exploración del componente pragmático en el proceso de adquisición de la lengua.
5.2. El modo subjuntivo
En este apartado se describen los contornos oracionales en que cada grupo de edad utilizó el subjuntivo en presente y en pretérito. En el siguiente cuadro se especifican los porcentajes correspondientes a los tiempos presente y pretérito imperfecto de subjuntivo de los cuatro grupos de niños estudiados. Los totales representan el porcentaje proporcional, respecto del total de formas verbales, en que los informantes emitieron textos utilizando dichos tiempos del de subjuntivo.
Cuadro 2: Formas verbales en modo subjuntivo por grupo de edad
con sus respectivos porcentajes de uso *.
N.o |
Presente |
Pretérito imperfecto |
Total |
1 |
2,18% |
0,31% |
2,49 |
2 |
5,13% |
2,33% |
7,46 |
3 |
3,75% |
0,70% |
4,45 |
4 |
1,6% |
1,41% |
3,01 |
*La base 100 corresponde al total de formas verbales conjugadas por grupo.
Pérez Leroux48, al hacer una revisión global de los estudios sobre adquisición del lenguaje de niños hispanohablantes, sugiere la existencia de un retraso funcional en la adquisición del subjuntivo, pues pese a que su morfología aparece temprano, alrededor de los dos años, los usos quedan circunscritos a contextos de deseo, volición y propósito. En este sentido, los contextos volicionales (quiero que vengan) son los primeros en afianzarse. Seguidos del subjuntivo en oraciones de relativo y temporales (Una persona que arregle la tele / Llegó antes de que empezara a llover), estas formas aumentan hacia los cuatro años. En el caso de las oraciones «completivas de verbos factitivos (por ejemplo Me alegra que vengan), la selección de modo no se solidifica hasta los 6 o 7 años. En todos estos casos la dirección principal del error es la ausencia del uso del subjuntivo y su sustitución por las formas del indicativo».
Tal como muestra el cuadro número 2, el uso del modo subjuntivo es poco representativo en el total de niños de la muestra y, en alguna medida, se comprueba lo señalado por Pérez-Leroux y otros investigadores que se han ocupado de este modo verbal. A continuación se detallan los contextos de uso del subjuntivo en los cuatro rangos de edad estudiados. En el primer tramo de edad, el subjuntivo es poco representativo, alcanza un 3,49%, frente al indicativo que representaba un 67,80% del total de las formas verbales usadas por los niños de este sub-corpus; por tanto, se comprueba que en este rasgo de edad, de cuatro años a cuatro años y seis meses, el subjuntivo está apenas en proceso de adquisición. Los contextos en que aparecen formas del modo subjuntivo están asociados con predicados de comunicación (Me van a decir que me vaya de mi kínder / Y luego la otra hermana le dijo que hacieran una pócima), oraciones finales (Para que las plantas crezcan fuertes y claras / (…) para que le nazca una noche /), predicados de deseo ( … jugar lo que quiera jugar), oración sustantiva (Porque me gusta que me busquen /, modo condicional (… a menos que yo tenga cuatro años).
El grupo 2 es el que presenta mayor uso del subjuntivo, pero se debe fundamentalmente a la actualización de este modo verbal (doce veces) en el discurso de un niño denominado *MAT. Este informante utilizó el modo subjuntivo en oraciones subordinadas precedidas por un predicado de comunicación, representado por el verbo decir. Téngase en cuenta que el verbo decir, con el significado de ‘pedir’ rige subjuntivo, o sea estamos ante un subjuntivo por régimen. A continuación algunos ejemplos: *MAT: Uno le dice que se ruede y rueda/ *MAT: Y uno le dice que camine y ella camina / *MAT: Y [/] y uno le dice que se quite y ella se quita / *MAT: Uno le dice siéntese y se sienta/ *MAT: Y [/] y ella le dice que se corra y se corre/ *MAT: Mi tía nos [/] nos dijo que le cuidáramos una perrita / *MAT: Y entonces mi mamá les (d)ice que no haga eso y lo siguen haciendo / *MAT: Y solo me dice que vayamos.
Las oraciones finales constituyen un contexto obligatorio de uso del modo subjuntivo y es bastante representativo en el discurso infantil como muestran los diez ejemplos siguientes: para que le ayude a mi tía / se escondió para que él se comiera todos los confites / para que ella sea el rey / sí, para que seamos tres / tenía que empujar las manos para que tuviera más magia/ porque ella lo escondió para que ella lo usara siempre / el agua es buena para que crezcan muchas plantas / para que la maestra le diga algo / para que mi tío me moleste/ no tenía vestido para que fuera.
Además de los contextos señalados, los predicados de deseo se adicionan a las formas usadas para expresar una situación deseable, tal como se muestra en el siguiente ejemplo en el que la niña no desea que su hermano le cuente una película.
[12]*ADU: ¿Y alguien se la contó?
*ALL: No. Es que mi hermano no [/], no quiero que me la cuente. Igual quiero verla un día cuando no tenga clases en materno.
El tercer grupo, niños de 5 años a 5 años y medio, actualiza las formas gramaticales del presente de subjuntivo: crezca, juegue, luche, pegue, pueda, pongan, sea, sean, tenga, trabaje, vean, vea, veamos, veas, vieras, venga y del pretérito imperfecto: creciera, tomara y supiera. Este modo verbal se utiliza con diferentes funciones gramaticales, pero la más general es como parte del predicado de oraciones finales, tal como se muestra en los siguientes ejemplos, tanto en presente como en pretérito imperfecto:
[13]*CAT: El sol le daba uno de sus rayos para que creciera.
[14]*CAT: Y las nubes le dieron agua para que tomara y creciera más.
[15]*JPA: Está [/] está echándose agua para que crezca más.
[16]*JPA: O mejor (.) llamo a este dinosaurio para que luche.
En algunos casos se muestra la inestabilidad en el uso de este modo verbal; sirva de ejemplo la forma supiera utilizada de manera no canónica, ya que la estructura normativa sería: ¿Vos sabías que yo sabía?, pero la niña actualizó la siguiente:
[17]*KIM: ¿Vos sabés que yo supiera?
Ejemplos como el anterior y otros que aparecen en el corpus, permiten comprobar la hipótesis del retraso funcional en la adquisición del subjuntivo y su limitada extensión semántica y gramatical antes de los seis años49.
Seguidamente se presentan algunos ejemplos en los que se usa el subjuntivo en oraciones con la intención de expresar deseos, duda, concesión, posibilidad (por régimen) y propósitos futuros:
a) Deseo: [18] *ALL: Yo lo quisiera pero mi mamá no me ha comprado uno de estos.
b) Duda: [19]*ADU: Y tenés algún amigo favorito amigo pero hombre? *MON: es:te: que sea hombre ya como yo no.
c) Concesión: [20]*NAH: Y a mí me gustan esos aunque sean con [//] cómo se llama eso que se les echa a los postres?
d) Posibilidad: [21]*AND: Entonces puede ser que uno (.) venga y pegue en el muro.
e) Propósito o finalidad: [22]*JOS: Y que tengo que llevarlo al vetelina:rio [: veterinario] [*] a que le pongan inyec:ciones, que le pongan inyecciones antipunga [: antipulgas] [*] antipulgas .
El cuarto grupo, niños de cinco años y siete meses a seis años, emplea los siguientes verbos en subjuntivo: adivine, agarren, ayúden-(me), hagamos, pare, pienses, sea, en presente; bailaran, disparara, marcaran, peleara, reparara, quisiera, hubiera, en pretérito.
Siguiendo la metodología utilizada por Ahern, se identifican los predicados de oraciones subordinadas en los que aparecen formas en modo subjuntivo, a fin de describir cuáles son los más frecuentes y dar cuenta así del proceso de adquisición de este modo verbal.
En virtud de que el modo subjuntivo se actualiza principalmente en enunciados oracionales subordinados, en algunos de ellos el adulto aporta, mediante una pregunta o enunciado el constituto subordinante, o sea, la oración principal y el niño, el elemento sintáctico subordinado cuyo verbo por régimen estaría en subjuntivo, tal como se muestra en el siguiente ejemplo: “Que lo agarren a churuco o sea que lo vacilen”, texto motivado por la pregunta del adulto ¿qué significa que lo agarren a churuco?
Este modo verbal se actualiza en predicados de comunicación para reproducir una petición o mandato, tal como se ilustra en los siguientes ejemplos:
[23 ]*ALL: Y él solo quiere tomar agua y dice ayúdenme y después se le quiebra esta parte.
[24 ]*ANT: Era un bicho con cuatro patas, tenía aquí ojos verdes y disparó con la boca así. (..) Y después (.) llega este Nausícaa y le dice pare reina pare y [/] y ella no paró. ¿Y sabe cuántos se hicieron? Yo no sabía que se duplicaban cuando se morían.
[25 ]*ANT: Porque él entre más peleara (.) contra los bichos (.) más se enojaban (.) esos bichos. Después todo el valle (.) porque la reina mala (.) le &di le dijo a todo el ejército de él que disparara.
Por otra parte, se aprecia la presencia del subjuntivo en predicados de deseo o de influencia, en los cuales la situación de la oración subordinada se presenta como posible y prospectiva (referida al futuro) con respecto al tiempo de referencia del predicado subordinante. Este tipo de predicado requiere el subjuntivo en sus complementos directos siempre que el sujeto de la oración principal tenga un referente distinto de la subordinada, tal como se observa en los siguientes ejemplos:
[26]*ADU: ¡Qué feo y ya le dijeron que no lo haga!
*ALL: Sí ya le dijimos, pero él está insistiendo en que lo hagamos.
[27]*PAU: Me gustaría otro animal pero que sea cariñoso.
[28]*MAJ: Y [/] y él no quería que se lo marcaran porque (.) le iba a doler y entonce:s esa parte no me acuerdo verdad .
Para comprender el ejemplo anterior, conviene aclarar que se habla sobre un objeto que pertenece a la entrevistadora y la niña expresa que ella querría uno, pero la madre no se lo ha comprado.
También se presenta el subjuntivo en una oración interrogativa con un tema típico en el mundo infantil, introducido por el adverbio relativo cuando.
[29]*ANT: &Em &progam &e un programa que [//]. ¿Sabe qué quiero ser cuando sea grande?
En este mismo orden aparece el subjuntivo en una oración de relativo de finalidad y en una oración final, tal como se muestra a continuación:
[30]*ELI: Y le dijo quieres ser el <mejor> [?]?
*ELI: Y después llamaron a todos xxx que bailaran.
[31]*ADU: ¿Por qué?
*MAJ: Porque [/] porque <en el> [/] en el carro &e en otro carro que un señor le dio a mi abuelito para que lo reparara, verdad, tenía unos picos, verdad.
El ámbito de uso del subjuntivo se amplía con la presencia de una oración condicional que contiene una forma compuesta en pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo en la oración introducida por la conjunción si —ejemplo 32—; en este caso la informante habla sobre un objeto que le hubiera gustado recibir de la entrevistadora, quien le dice que como no la conocía no podía habérselo regalado. Vemos el ejemplo:
[32]*ALL: Seríamos mejor si me lo hubiera regalado.
Para finalizar este apartado, es oportuno señalar la presencia de formas de subjuntivo con la función de conectores pragmáticos con el propósito de atraer la atención del interlocutor y continuar con el discurso, con esta función fática aparecen: y vieras, vieras y viera. También se actualiza sea como parte de la expresión o sea equivalente a es decir utilizado para introducir una explicación, seguidamente el ejemplo:
[33]*ADU: ¿Qué significa que lo agarran a churuco?
*JOS: &a Que agarren el churuco que o sea que lo vacilen.
En síntesis, los contextos de interacción comunicativa preferidos por los niños del cuarto grupo (niños de cinco años y siete meses a seis años) para expresar formas verbales en modo subjuntivo son: predicados de comunicación con el verbo decir, oraciones finales y predicados de deseo, propósito o finalidad, concesión, duda y posibilidad; respecto del subjuntivo en oraciones concesivas y oraciones condicionales, de conformidad con el corpus analizado, se corrobora que este grupo etario está en proceso de adquisición. En algunos casos se muestra la inestabilidad en el uso de este modo verbal y su alternancia con el condicional; ambos en proceso de adquisición.
5.3. Perífrasis verbales
Definida la perífrasis como la unión de dos o más verbos que constituyen un solo sintagma verbal, uno de ellos denominado verbo auxiliar y el otro auxiliado, se procede a describir las perífrasis de infinitivo, gerundio y participio que aparecen en el corpus objeto de estudio. De acuerdo con la RAE, es posible clasificar en dos grupos las perífrasis según la aportación semántica que de ellas hace el verbo auxiliar, a saber: modales y tempoaspectuales.
Las perífrasis modales expresan “obligación, posibilidad, necesidad u otras manifestaciones de la actitud del hablante ante el contenido de la proposición”. Las aspectuales se refieren al desarrollo interno de la acción verbal, según sea durativa, reiterativa, puntual, perfecta o terminada, etc. Las temporales, hacen referencia fundamentalmente al tiempo futuro próximo50.
A continuación se detallan las perífrasis encontradas en cada grupo de edad, cuya presentación se hace en el siguiente orden: iniciando con las perífrasis modales de infinitivo, tempoaspectuales, seguidas de las de gerundio y se finaliza con las de participio.
Las perífrasis modales de infinitivo
Las perífrasis modales de infinitivo que aparecen en el corpus están formadas por los verbos auxiliares: poder, deber, tener + que y querer en los cuatro grupos de los sujetos investigados, tal como se ejemplifica en la tabla 1 (ver Anexo, pág. 70).
En este estudio la construcción «querer + infinitivo» se considera una perífrasis, pese a que la Nueva gramática de la lengua la española51, señala que «parecer + infinitivo y querer + infinitivo» suelen considerarse semiperífrasis porque no muestran todos los rasgos característicos de las perífrasis.
De estos cuatro tipos de perífrasis modales —poder + infinitivo, querer + infinitivo, tener que + infinitivo y deber + infinitivo—, las más frecuentes son las formadas por el verbo poder + infinitivo con un valor de probabilidad o capacidad; en segundo lugar tendríamos el grupo conformado por las perífrasis constituidas por tener que + infinitivo, con un valor de obligación; seguidas de querer + infinitivo con un valor de deseo y finalmente deber + infinitivo con un valor de obligación. El valor semántico de estas perífrasis nos sitúa en el espectro situacional, emocional y circunstancial en que se mueve el niño de este tramo de edad: un niño que desea hacer nuevas cosas, que valora y externa su capacidad para realizar acciones, procesos y que también debe cumplir ciertas obligaciones y demanda de otros su cumplimiento. Situándonos en el ámbito del desarrollo gramatical, es fundamental evidenciar que el niño ya ha adquirido al finalizar su quinto año de vida las formas gramaticales que le permiten expresar y comprender enunciados que verbalizan obligaciones, deseos, capacidades y acciones probables, mediante perífrasis verbales.
Perífrasis de infinitivo. Perífrasis temporales y aspectuales. El verbo ir
De acuerdo con la Nueva gramática de la lengua española, los usos de la perífrasis ir a + infinitivo corresponden por lo general a la dimensión temporal, pese a que a veces presenta otros valores en interrogaciones, exclamaciones o en expresiones lexicalizadas. Esta perífrasis construida en presente o en imperfecto admite todo tipo de predicado y no exige ningún tipo particular de sujeto, además de ser compatible con la ausencia de este. Cuando esta perífrasis se construye en presente puede introducir el anuncio de algún suceso próximo, una advertencia o un aviso, una amenaza, una petición, una resolución, la expresión de una intención o una conjetura. No obstante, cuando se construye en pretérito adquiere, por lo general, un valor no temporal52.
Los niños de la muestra utilizaron con bastante frecuencia la perífrasis “ir a + infinitivo” con valor de acción futura que
- Acción futura que anuncia un suceso próximo durante la interacción comunicativa en que participa un niño y un adulto: voy a enseñar/ voy a explicar/ voy a zafarlo/ voy a conseguir/ voy a llevar/ voy a hacer/ va a tener/.
- Pretérito con valor aspecto no terminativo: Fue a buscar/ fue a bañar/ iba a contar/ iban a atropellar.
En la tabla 2 se ejemplifica el uso de la perífrasis ir a + infinitivo con valor de posterioridad y aspectual (ver Anexo, pág. 73).
Según Rodenas, Brito y Carranza, los niños pequeños usan con mucha más frecuencia las formas de futuro con valor temporal inmediato y conforme avanza la edad, va aumentando la frecuencia de uso de expresiones con valor temporal no inmediato. Como parte de sus hallazgos reafirman lo encontrado en otras investigaciones, en el sentido de que la perífrasis ir a + infinitivo es la forma que más utilizan los niños para referirse a acontecimientos futuros.
Los datos que hemos consignado en la tabla 2 corroboran lo señalado en investigaciones previas con niños hispanohablantes. El futuro próximo, tal como puede observarse en los ejemplos citados, es una prolongación del presente, pues se refiere a una acción que va a suceder como acto seguido. Estas perífrasis se forman básicamente con verbos de actividad, tales como enseñar, zafar, explicar, llevar, hacer, jugar, comer, salir, trabajar, cocinar, ver, etc.
Como parte de las perífrasis en las que predominan los rasgos temporales tenemos volver a + infinitivo con valor de repetición, según se muestra en el siguiente ejemplo:
[65] *ANT: Pero no volvió a la aldea secreta volvió a pelear.
En el grupo de las perífrasis tempoaspectuales, la RAE incluye las denominadas perífrasis de fase o fasales y como parte de estas se consignan las formadas por comenzar a + infinitivo, empezar a + infinitivo, acaba de, terminar de, dejar de + infinitivo, pues se aplican a eventos en proceso, de las cuales tenemos algunos ejemplos en nuestro corpus. A continuación dos perífrasis cuyo contenido fundamental hace alusión al inicio de una situación:
[66]*MAJ: Y entonces empieza y empieza a decir “&o conejito te voy a amar” siempre [x 3] y entonces y entonces él dice “ay ya caí” y se empieza a encariñar toda con &e &co: con ella verdad.
[67]*AND: Entonces dos peces que no son iguales que [//] igual que ella entonces le [//] entonces (.) le comienzan a hablar.
Respecto del pretérito, aparecen las formas «fue a buscar», «iba a contar», «iban a atropellar», «fueron a dormir», entre otras, no usadas con valor de futuro, tal como pude apreciarse en los ejemplos 51, 52 y 53. En estos ejemplos se muestra también la función de los adverbios de tiempo ahora y después para situar el tiempo del evento expresado: ahora coloca el enunciado en el tiempo presente relativo y, por tanto, ahora fue a buscar equivale a expresar la realización del proceso respecto de ese ahora; después introduce una secuencia de acciones narradas que corresponden a un tiempo anterior al evento de habla, en consecuencia, después se fue a bañar equivale grosso modo a se bañó.
Las perífrasis de gerundio
Tal como señala la RAE , las perífrasis de gerundio muestran una acción, un proceso o un estado de cosas presentados en su curso; todas son aspectuales. La mayor parte de los verbos auxiliares de las perífrasis de gerundio, tienen usos independientes como verbos de movimiento, aunque no es el caso del verbo estar. Las principales perífrasis de gerundio se forman con los verbos auxiliares estar, ir, venir y andar; pero también se adicionan otras con los verbos llevar, pasar, vivir y seguir.
En el caso de los niños del grupo 1, de cuatro años a cuatro años y seis meses, solamente aparecen perífrasis de gerundio con el verbo estar y en dos casos, con ir. Las 18 perífrasis formadas con el verbo estar representan situaciones en desarrollo; en 15 de estas, el verbo auxiliar se mencionó en tiempo presente y tres en pretérito imperfecto: están comiendo, está destruyendo, están haciendo, está haciendo, está jugando, está nadando, está pensando, está sintiendo, está tosiendo, están cayendo, están recolectando, estoy tratando, estaba bañando, estaba cazando, estábamos jugando, tal como muestran los ejemplos número 68, 69,70,71,72 y 73.
[68]ELE: Y ahí están cayendo (l)a(s) gotas.
[69]ELE: No. Solo están recole(c)tando hojas para [x 5] comer.
[70]ELE: Y ahora está na(d)ando.
[71]TAM: Un día ella se estaba bañando.
[72]IRE: Estaba cazando un poquito de personas.
[73]SAM:Unas olas [/] olas y se nos vinieron olas para la arena que estábamos jugando.
La perífrasis ir + gerundio introduce una noción aspectual no solo progresiva, sino también acumulativa o incremental, pues expresa un proceso que se realiza en etapas sucesivas como el caso del paso de la semilla a la planta representando en los siguientes ejemplos:
[74]*ADU: ¿Y qué pasa cuando la semillita recibe los rayos del sol?
ELE: Se tira [?] y ahí ya va naciendo.
[75]*ELE: Eh po(r)que así va naciendo poco a poco a poco.
En el corpus correspondiente al grupo 2, las perífrasis de gerundio se forman con los verbos estar, ir, salir y seguir. Las 19 perífrasis formadas con el verbo estar representan situaciones comenzadas pero sin concluir; en 13 de estas el verbo auxiliar se mencionó en pretérito imperfecto y 6 en presente. Las formas en presente son: están cantando, están cerrando, está comiendo, está durmiendo, están haciendo, estamos viendo; las formas pretéritas encontradas son: estaba buscando, estaba cantando, estaba comiendo, estaba comenzando, estaba durmiendo, estaban escuchando, estábamos escuchando, estaba esperándome, estaba jugando, estábamos jugando, estaba naciendo, estaban peleando, estábamos viendo, estaba viendo. Las perífrasis correspondientes al verbo ir son: va corriendo, fue corriendo, iba enjachando y fue comiendo. Con frecuencia uno, cada una de las correspondientes a los verbos salir y seguir: salir corriendo y siguen haciendo.
A continuación algunos ejemplos ilustrativos:
[76]*SOF: Yo lo estaba buscando por todos lados (..) y [/] y encontró las ovejitas y cuando encontró a él ya se puso feliz porque no la encontraba .
[77]*MAT: Y entonces él me persigue y yo tengo que salir corriendo y él me persigue.
[78]*MAT: Al frente iba xxx y [/] y el oso lo [/] lo iba enjachando.
[79]*MON: Porque aquí jugamos, vemos películas como ahora que estamos viendo una.
El tercer grupo, niños de cinco años a cinco años y seis meses, empleó 25 perífrasis. De estas, 22 están formadas con el verbo auxiliar estar (11 en tiempo presente y 11 en pretérito imperfecto) y tres formadas por los verbos salir, ir y andar. Las formas recuperadas en el corpus son: en presente, estoy aprendiendo / está atravesando/ / está bebiendo / está comiendo / está curando / está durmiendo / está echándo-se / está haciendo / estoy haciendo / está jugando / está viendo; en imperfecto, estaba bailando / estaban buscando / estaban caminando / estaban cantando / estaba echando / estabas haciendo / estaban llenando / estaba llorando / estaba sacando / estaba jugando / estaba echando. En este mismo orden se presentan tres perífrasis formadas por los verbos salir, ir y andar: ella se asusta y sale corriendo / la semillita iba creciendo / (…) andaba trayendo a la tortuga.
El último grupo, niños de cinco años y siete meses a seis años, actualizó 32 perífrasis con la siguiente estructura: 20 formadas con el verbo auxiliar «estar» (11 en tiempo presente y 9 en pretérito imperfecto), 12 formadas por los verbos ir, venir, salir, andar, correr, seguir, quedar. Continuación se detalla cada una de estas:
Presente: Está cogiendo, está comiendo, está corriendo, están dando, está diciendo, están haciendo, estoy haciendo, está insistiendo, está manejando, está quitando, estoy viendo, va persiguiendo, voy quemando, viene corriendo, sale disparado, anda jugando, sigo viendo, queda viendo, sale corriendo.
Pretérito imperfecto: Estaba abrazando, estaba caminando, fue corriendo, estaba corriendo, estábamos jugando, estaba llorando, estaba peleando, estaba tomando, iba caminando, iban llegando, corría saltando.
Pretérito perfecto: salió corriendo, fue volando.
Tal como muestran los datos anteriores, los niños de 4 a 6 años reflejan en su discurso una competencia más rica en uso de este tipo de perífrasis para expresar situaciones en desarrollo, procesos realizados en etapas, situaciones retrospectivas y situaciones que se efectúan de modo intermitente.
Perífrasis de participio y algunas funciones participiales
Respecto de las perífrasis de participio la Nueva gramática de la lengua española (2010), hace mención de su carácter opaco y polémico, razón por la cual algunos gramáticos no las consideran perífrasis; obviando esas discusiones, la presente investigación únicamente desea describir el uso y las construcciones en que aparece esta forma verbal en el habla infantil.
En el contexto señalado la RAE restringe el concepto de participio a los auxiliares estar, tener y llevar. De estos tres el más usado es estar acompañado de participios que designan un estado resultante de una acción o proceso que suponen un término. No obstante, la obra citada señala que se reconoce el carácter perifrástico a las construcciones con los verbos encontrase, hallarse, ir, quedar(se), resultar, salir, venir, verse, pero que resulta difícil deslindar los usos perifrásticos de los atributivos.
Con el objetivo de observar el comportamiento del uso de los participios en los diferentes grupos de edad, se organiza la información atinente en la tabla 3.
El participio aporta información aspectual y solo indirectamente información temporal. Tal como señala la RAE, posee aspecto perfectivo, lo que permite interpretar la situación que designa como un estadio alcanzado con anterioridad por el punto indicado por el verbo principal, tal como puede apreciase en los ejemplos citados en la tabla anterior.
Con el propósito de comprender el uso del participio se incluyeron, además de las estructuras con esquemas perifrásticos, las otras funciones gramaticales que cumple esta forma verbal en el discurso de los niños, a saber: formando tiempos compuestos con el verbo haber, en función adjetiva y después de un proceso de sustantivación, se puede encontrar en función interjectiva o adverbial como en: AAR: Pero ¡cuidado!, se te cae esa colmena y AND: Entonces sin culpa entonces agarra la jaula con cuidado (= cuidadosamente), en esa correspondencia.
Pese a que las perífrasis de participio son sumamente polémicas, el objetivo del presente apartado es describir las construcciones verbales que presentan esquemas perifrásticos y están formadas por estar + participio, quedar + participio, mantener + participio, parecer + participio, venir + participio y salir + participio, ya que representan sucesos recién acontecidos o estados resultantes de una acción o un proceso realizado con anterioridad.
La perífrasis estar + participio es la más frecuente en español; las muestras del lenguaje infantil analizadas reflejan este patrón general, en el sentido de que esta es la perífrasis más utilizada, según se ejemplificó en la tabla 3 (ver Anexo, pág. 75).
Como se indicó en párrafos anteriores, las perífrasis de participio están formadas por estar, tener y llevar, pero además se reconocen las construidas con encontrarse, hallarse, ir, quedar, resultar, salir, venir y verse. En el caso del corpus se actualizaron esquemas perifrásticos con estar, quedar, venir, salir y los verbos parecer y mantener que también presentan otras propiedades gramaticales.
El verbo parecer, según la, presenta usos copulativos, como auxiliar perifrástico y como verbos de juicio u opinión con complementos oracionales. En el caso del corpus la propiedad gramatical presente es de auxiliar perifrástico, tal como se muestra a continuación:
[99]*JPA: (…) Canción de vida me parece conocido.
El caso del verbo mantener, en la construcción «no lo mantenga apretado», en condición de sinónimo de tener: «no lo tenga apretado», estaríamos frente a un uso perifrástico.
Por otra parte, el uso del participio en función adjetiva va aumentando con la edad y la experiencia del niño; no obstante, dada la importancia del adjetivo como un indicador más de la evolución del lenguaje se reserva su análisis para otro estudio complementario en que se profundizará en la productividad del adjetivo en el habla infantil en proceso de adquisición de la lengua. En este mismo sentido, se analizarán los participios en función sustantiva al describir el tipo de sustantivos frecuentes en el habla infantil costarricense; cabe acotar aquí que los rubros léxicos identificados están estrechamente relacionados con la cotidianeidad del niño: nombres de juegos –congelado y escondidas-, regañada -con el sentido de reprimenda-, mandado –con el sentido de encargo o tarea que debe hacer el niño por solicitud, fundamentalmente, de un adulto- y vuelta –referencia espacial alrededor de un punto en específico, usado para dar una dirección aproximada-, a continuación un ejemplo del uso de esta última palabra:
[100]*MAT: Que un señor dé la vuelta.
Siguiendo el orden de la descripción se observa el uso creciente del participio al formar tiempos compuestos con el verbo haber; queda evidente el paso del uso de los tiempos compuestos limitados a la repetición de la frase canónica «este cuento ha terminado o ha acabado» y al correlato del texto previo emitido por el adulto a su uso espontáneo y coherente con el discurso que se está emitiendo.
6. Conclusiones
6.1. Modo indicativo
- Las categorías de tiempo más utilizadas por los niños de la muestra son el presente y el pretérito perfecto simple, datos que coinciden con los de Murillo Rojas, al estudiar las formas verbales de una muestra de niños costarricenses entre 2 a 4 años. Con estos nuevos datos se amplía la descripción de la adquisición de las formas verbales en la población infantil costarricense.
- En este estudio se comprueba lo señalado por otros investigadores en el sentido que el tiempo de referencia del niño es el presente, el cual se expande hacia otros segmentos temporales más cercanos como el futuro próximo representado mediante la perífrasis ir a + infinitivo y el pretérito más inmediato, que ocupa el espacio de lo que acaba de suceder, correspondiente al perfecto simple, de conformidad con el uso en el español americano. También se reafirma lo señalado por Smith53: el lenguaje del niño se encuentra al parecer en el tiempo del suceso.
- La presencia del pretérito es notoria y constante en los dos aspectos puntual y durativo. Un claro ejemplo de la actualización del pretérito puntual y durativo es el uso de pares de formas verbales en cada uno de los grupos correspondientes al mismo tiempo, pero diferente aspecto: primer grupo: iba/fui, hacía/hizo y soplaba/sopló; segundo grupo: dio/daba, dijo/decía, encontró/encontraba, llegó/llegaba, mandó/mandaba, mordió/mordía, quiso/quería, fue/era, vio/veía, fueron/iban, pelearon/peleaban; tercer grupo: conocí/ conocía, fui/iba, llevé/llevaba, vi/veía, acordó/acordaba, cayó/caía, dio/daba, dijo/decía, dolió/dolía, estuvo/estaba, existió/existía, fue/iba, salió/salía, tuvo/tenía; cuarto grupo: daba/dio, encontraba/encontró, hizo/hacía, fue/iba, tenía/tuvo, tiró/tiraba, trajo/traía. Nótese el uso creciente conforme avanzan los niños en edad.
- Respecto del futuro, se confirma lo señalado por otros investigadores (Cfr. Ródenas, Brito y Carranza (1991), pues en nuestro caso el niño no actualiza formas prototípicas de futuro; por tanto, la presencia del futuro simple es casi inexistente y circunscrita a contextos propios de la narración de un cuento infantil y a la reproducción de modelos literarios o frases hechas. En su lugar el niño utiliza la forma perifrástica ir a + infinitivo, con valor de futuro próximo.
- Tiempos compuestos: Los cuatro grupos de niños actualizaron formas verbales de tiempos compuestos, pero con diferente caracterización. El primer grupo, niños de cuatro años a cuatro años y seis meses, aparece en cuatro ocasiones. Dos de ellas ligados a la expresión canónica de conclusión de los cuentos infantiles (ha acabado, ha terminado), de los otros ejemplos, uno, —ha visto— como correlato del texto previo emitido por el adulto y el otro —ha pagado— surge de forma independiente y desligada del texto del adulto. El segundo grupo, niños de cuatro años y siete meses a cinco años, amplía la frecuencia: ha acabado, he aprendido, ha mordido, hemos tenido, ha *morido, ha tenido, había escuchado, he visto, mostrando así un mayor dominio de estas formas respecto del grupo anterior. El tercer grupo, niños de cinco años a cinco años y seis meses, mantiene un comportamiento similar al anterior, lo actualizó en ocho ocasiones: ha acabado / he adoptado / ha construido/ / he leído/ han metido/ he visto y dos conjugaciones correspondientes al pretérito pluscuamperfecto: había comido / había crecido. El grupo cuatro, niños de cinco años y siete meses a seis años, también utiliza formas correspondientes al pretérito perfecto compuesto, conformadas por el auxiliar haber + el participio pasado: ha acabado, ha comprado, he dicho, he ido, he visto y ha visto. Además formas del pretérito pluscuamperfecto de indicativo: habíamos visto, había visto, habían cogido y había crecido. Si bien no es prolífero el uso de formas compuestas, sí se observa un uso creciente y de conformidad con la utilización en el lenguaje adulto de la comunidad de habla costarricense.
- El condicional simple es apenas incipiente; su importancia radica en la posibilidad de valorar su uso desde la exploración del componente pragmático en el proceso de adquisición de la lengua. Esta forma se identificó en la interacción comunicativa adulto-niño, en los grupos 1, 3 y 4. En cuanto al grupo 1, aparece dos veces: haría y podría. En este caso el niño cuenta con el modelo lingüístico empleado por el entrevistador respecto de esta forma verbal. La entrevistadora utiliza el condicional de cortesía para solicitar a la niña que le cuente un cuento: Samantha, ¿te gustaría contarme alguno de estos cuentos? En el contexto de la narración se establece un diálogo en torno de la disposición de una y de la otra para tomar un sapo con la mano. Vuelve la entrevistadora a utilizar el condicional, en este caso de atenuación, y dice: yo no lo haría, ante lo que la niña responde: yo sí lo haría. Nótese la importancia de la perspectiva dialógica en la construcción del conocimiento lingüístico en el proceso de adquisición de la lengua y la utilidad del esquema pregunta-respuesta en la interacción adulto-niño54. En el grupo 3 también el uso del condicional es motivado por el texto previo del adulto con quien conversaba el informante; este ofrece el contexto comunicativo para que el niño actualice esta forma verbal. El grupo 4, por su parte, utiliza tres veces esta forma (dos niñas y un niño) en tres contextos diferentes: en la introducción de un texto directo al narrar un cuento y dar voz a un personaje, se usó el condicional de cortesía, al asumir la decisión de tomar una posición grupal (tendríamos que decidirlo las tres) y también se empleó en una situación hipotética (sería mejor si me lo hubiera regalado; este grupo se evidencia una mayor amplitud en el uso de esta forma verbal.
6.2. Modo subjuntivo
- El modo subjuntivo fue utilizado por los niños de los cuatro grupos de edad, en los tiempos presente y pretérito perfecto, pero con una frecuencia de uso muy baja respecto del correspondiente indicativo. Nuestros datos corroboran, en alguna medida, lo señalado por Pérez-Leroux, quien al hacer una revisión global de los estudios sobre adquisición del lenguaje de niños hispanohablantes, sugiere la existencia de un retraso funcional en la adquisición del subjuntivo, pues pese a que su morfología aparece temprano, alrededor de los dos años, los usos quedan circunscritos a contextos de deseo, volición y propósito.
- Los porcentajes de uso del subjuntivo indican que esta categoría modal está apenas en proceso de adquisición. Los contextos en que aparecen están asociados con predicados de comunicación: Me van a decir que me vaya de mi kínder / Y luego la otra hermana le dijo que hacieran una pócima, oraciones finales: Para que las plantas crezcan fuertes y claras / (…) para que le nazca una noche/, predicados de deseo: … jugar lo que quiera jugar, oraciones sustantivas: Porque me gusta que me busquen /, oración concesiva: … a menos que yo tenga cuatro años y formas usadas para expresar una situación deseable. Es oportuno acotar que se usó el modo subjuntivo con el verbo decir, con significado de pedir, cuyo régimen es el subjuntivo. Las oraciones finales también constituyen un contexto obligatorio de uso del modo subjuntivo y es bastante representativo en el discurso infantil.
- En algunos de los enunciados oracionales subordinados el adulto aporta, mediante una pregunta o enunciado, el constituto subordinante, o sea, la oración principal y el niño, el elemento sintáctico subordinado cuyo verbo, por régimen, estaría en subjuntivo, tal como se muestra en el siguiente ejemplo: «Que lo agarren a churuco o sea que lo vacilen», texto motivado por la pregunta del adulto ¿qué significa que lo agarren a churuco?
- También se presenta el subjuntivo en una oración interrogativa con un tema típico en el mundo infantil, introducido por el adverbio relativo cuando: ¿Sabe qué quiero ser cuando sea grande?
- El ámbito de uso del subjuntivo se amplía con la presencia de una oración condicional que contiene en la prótasis, es decir, en la que empieza por la conjunción si, una forma compuesta en pretérito pluscuamperfecto; en este caso la informante habla sobre un objeto que le hubiera gustado recibir de la entrevistadora, esta le dice que como no la conocía no podía habérselo regalado. Vemos el ejemplo: «Seríamos mejor si me lo hubiera regalado»
- Es oportuno señalar la presencia de formas de subjuntivo con la función de conectores pragmáticos con el propósito de atraer la atención del interlocutor y continuar con el discurso; con esta función fática aparecen: y vieras, vieras y viera. También se actualiza sea como parte de la expresión «o sea» equivalente a «es decir» utilizado para introducir una explicación.
- En síntesis, los predicados preferidos por los niños para expresar formas verbales en modo subjuntivo son: predicados de comunicación con el verbo decir, oraciones finales y predicados de deseo, propósito o finalidad, concesión, duda y posibilidad; respecto del subjuntivo, en oraciones concesivas y oraciones condicionales, de conformidad con el corpus analizado, se corrobora que los niños están en proceso de adquisición. En algunos casos se muestra la inestabilidad en el uso de este modo verbal y su alternancia con el condicional.
6.3. Perífrasis verbales
Las perífrasis modales de infinitivo
- Las perífrasis modales de infinitivo que aparecen en el corpus están formadas por los verbos auxiliares: poder, deber, tener que y querer en los cuatro grupos de los sujetos investigados.
- Las perífrasis modales más frecuentes son las formadas por el verbo poder + infinitivo con un valor de probabilidad o capacidad; en segundo lugar las constituidas por tener que + infinitivo, con un valor de obligación; luego querer + infinitivo con un valor de deseo y finalmente deber + infinitivo con un valor de obligación. El valor semántico de estas perífrasis nos sitúa en el espectro situacional, emocional y circunstancial en que se mueve el niño de este tramo de edad: un niño que desea hacer nuevas cosas, que valora y externa su capacidad para realizar acciones, procesos y que también debe cumplir ciertas obligaciones y que demanda de otros su cumplimiento. Situándonos en el ámbito del desarrollo gramatical, es fundamental evidenciar que el niño ya ha adquirido, al finalizar su quinto año de vida, las formas gramaticales que le permiten expresar obligaciones, deseos, capacidades y acciones probables, mediante perífrasis verbales.
- Perífrasis de infinitivo. Perífrasis temporales y aspectuales. El verbo ir
- Los informantes utilizaron con bastante frecuencia la perífrasis ir a + infinitivo con valor de acción futura que anuncia un suceso próximo durante la interacción comunicativa en que participa un niño y un adulto: voy a enseñar/ voy a explicar/ voy a zafarlo/ voy a conseguir/ voy a llevar/ voy a hacer/ va a tener/.
- Los ejemplos obtenidos del corpus muestran que el futuro próximo es pragmática y semánticamente una prolongación del presente, pues se refiere a una acción que va a suceder como acto seguido. Estas perífrasis se forman básicamente con verbos de actividad, tales como: enseñar, zafar, explicar, llevar, hacer, jugar, comer, salir, trabajar, cocinar, ver, etc.
- Como parte de las perífrasis en las que predominan los rasgos tempoaspectuales también aparece volver a + infinitivo con valor de repetición.
- En pretérito se usaron formas como fue a buscar, iba a contar, iban a atropellar, fueron a dormir, entre otras. En estos ejemplos se muestra también la función de los adverbios de tiempo ahora y después para situar el tiempo del evento expresado: ahora coloca el enunciado en el tiempo presente relativo, tal es el caso de ahora fue a buscar equivale a ‘en ese momento’; después introduce una secuencia de acciones narradas que corresponden a un tiempo anterior al evento de habla, en consecuencia, después se fue a bañar equivale grosso modo a se bañó.
Las perífrasis de gerundio
- Las principales perífrasis de gerundio se formaron con los verbos auxiliares estar, ir, venir y andar; pero también se adicionan otras con los verbos llevar, pasar, vivir y seguir.
- En el caso de los niños del primer grupo solamente aparecen perífrasis de gerundio con el verbo estar y en dos casos, con ir. Las 18 perífrasis formadas con el verbo estar representan situaciones en desarrollo; en 15 de estas, el verbo auxiliar se mencionó en tiempo presente y tres en pretérito imperfecto.
- En el corpus correspondiente al segundo grupo, las perífrasis de gerundio se forman con los verbos estar, ir, salir y seguir. Las 19 perífrasis formadas con el verbo estar representan situaciones comenzadas pero sin concluir; en 13 de estas el verbo auxiliar se mencionó en pretérito imperfecto y 6 en presente.
- El tercer grupo empleó 25 perífrasis. De estas 22 están formadas con el verbo auxiliar estar (11 en tiempo presente y 11 en pretérito imperfecto) y tres formadas por los verbos salir, ir y andar.
- El cuarto grupo actualizó 32 perífrasis con la siguiente estructura: 20 formadas con el verbo auxiliar «estar» (11 en tiempo presente y 9 en pretérito imperfecto), 12 formadas por los verbos ir, venir, salir, andar, correr, seguir, quedar.
- Los datos muestran que los niños de 4 a 6 años muestran en su discurso una competencia rica en uso de este tipo de perífrasis para expresar situaciones en desarrollo, procesos realizados en etapas, situaciones retrospectivas y situaciones que se efectúan de modo intermitente.
Perífrasis de participio
- Con el propósito de comprender el uso del participio se incluyeron en el análisis, además de las estructuras con esquemas perifrásticos, las otras funciones gramaticales que cumple esta forma verbal en el discurso de los niños, a saber: formando tiempos compuestos con el verbo haber, en función adjetiva, sustantiva, adverbial y como interjección.
- En el corpus se actualizaron esquemas perifrásticos con estar, quedar, venir, salir y los verbos parecer y mantener que también presentan otras propiedades gramaticales. La perífrasis estar + participio es la más frecuente en español; las muestras del lenguaje infantil analizadas reflejan este patrón general, en el sentido de que esta es la perífrasis de participio más utilizada por los niños de la muestra.
- Respecto del verbo parecer, en el caso del corpus en función de auxiliar perifrástico: (…) Canción de vida me parece conocido. El caso del verbo mantener, en la construcción «no lo mantenga apretado», como sinónimo de tener: «no lo tenga apretado», estaríamos frente a un uso perifrástico.
- Por otra parte, el uso del participio en función adjetiva va aumentando con la edad y la experiencia del niño; situación similar sucede con el uso de los participios en función sustantiva, cabe acotar que los rubros léxicos identificados están estrechamente relacionados con la cotidianeidad del niño: nombres de juegos (congelado y escondidas), regañada (con el sentido de reprimenda), mandado (con el sentido de encargo o tarea que debe hacer el niño por solicitud, fundamentalmente, de un adulto) y vuelta (referencia espacial alrededor de un punto en específico, usado para dar una dirección aproximada).
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1 Marielos Murillo Rojas, «El verbo y la producción discursiva de los niños costarricenses de 2 a 4 años de edad», Revista Káñina XLII, 3 (2018), 381-415.
2 Aoife Ahren, El subjuntivo: contextos y efectos (Madrid: Arco Libros, 2008).
3 Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, Nueva gramática de la lengua española. Manual (Madrid: Espasa, 2010).
4 Real Academia, Nueva gramática…, 427.
5 Guillermo Rojo Sánchez, «Relaciones entre temporalidad y aspecrto en el verbo español», en Tiempo y aspecto en español. Ed. Ignacio Bosque (Madrid: Cátedra, 1990), 17-43.
6 Rojo Sánchez, «Relaciones entre temporalidad…», 25-26.
7 Bernard Comrie, Aspect. An Introduction to the Study of Verbal Aspect and Related Problems (Cambridge: Cambridge University Press, 1976).
8 Eugenio Coseriu, «Aspect verbal ou aspects verbaux? Quelques questions de théorie et de méthode», La notion d’aspect . Ed. J. David y R. Martín (Paris: Klincksieck, 1980), 13-27.
9 Carl Bache, «Aspect and Aktionsart: towards a Semantic Distinction», Journal of Linguistics 18, 1(1982), 57-72.
10 Harm Pinkster, «Tempus, Aspect and Aktionsart in Latin (Redent Trends 1961-1981)», Aufsteg uns Niedergang der römischen Welt II, 29, 1, Berlín W. de Gruyer, Ed W. Haase. 1983, 270-319.
11 Rojo Sánchez, «Relaciones entre temporalidad…», 33-34.
12 Ahren, El subjuntivo…, 21.
13 Real Academia, Nueva gramática…, 529.
14 Real Academia, Nueva gramática…, 536.
15 Real Academia, Nueva gramática…, 536.
16 Real Academia, Nueva gramática…, 530.
17 Real Academia, Nueva gramática…, 537.
18 Samuel Gili Gaya, Estudios de lenguaje infantil (Barcelona: Vox, 1972).
19 Monserrat Cortés y Ignasi Vila, «Uso y función de las formas temporales en el habla infantil», Infancia y Aprendizaje 53 (1991), 17-43.
20 Eugenia Sebastián, «El desarrollo del sistema de referencia temporal en español: un paseo por la morfología verbal», Anales de Psicología VII, 2 (1991), 181-196.
21 Antonio Rodenas, Alfredo Britto y José Carranza, «La referencia temporal de futuro en el lenguaje espontáneo infantil», Anales de Psicología VII, 2 (1991): 225-241.
22 Blanca Villamil Forastieri, «La adquisición de aspecto y tiempo en niños puertorriqueños entre las edades de 1; 10 a 3; 2 años», en La enseñanza del español como lengua materna. Ed. Humberto López Morales (Río Piedras: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1991), 199-212.
23 Gerardo Aguado Alonso, El desarrollo del lenguaje de 0 a 3 años (Madrid: Cepe, S. L, 2002).
24 Milagros Fernández Pérez, «Usos verbales y adquisición de la gramática. Construcciones y procesos en el habla infantil», Revista Española de Lingüística 36 (2006), 319-347.
25 Lisset Pineda Morales, «El tiempo y el aspecto en el español temprano de Venezuela y España» (tesis doctoral, Universidad de Salamanca, 2014).
26 Isabel Fernández López, «Las formas verbales del pasado en el habla infantile: fatores que propician su utilización», Actas del xxxxvii Simposio Inernacional de la Sociedad Española de Lingüística. Ed. Inés Olza et al. (Pamplona: Univeridad de Navarra, 2008), 169-181.
27 José Coronado Hernández, «Empezó a buscar y a busar: aproximación a la preoducción de perífrasis verbales en el habla infantil», Signos Lingüísticos VIII, 16 (2012), 35-57.
28 Claudine Benoit Ríos, «Tiempo y formas verbales en la producción oral de un grupo de preescolares y escolares de primer año básico», Literatura y Lingüística 28 (2013), 169-191.
29 Murillo Rojas, «El verbo y la producción discursiva…».
30 Sebastián, «El desarrollo del sistema…», 190.
31 Sebastián, «El desarrollo del sistema…», 191.
32 Sebastián, «El desarrollo del sistema…», 195.
33 Sebastián, «El desarrollo del sistema…».
34 Samuel Gili Gaya, Funciones gramaticales en el habla infantil (Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 1960).
35 Eugenia Sebastián, Pilar Soto y Virginia Mueller Gathercole, «La morfología verbal temprana en español», Anuario de Psicología 35, 2 (2004): 203-220.
36 Ana María Pandolfi, «La sintaxis del niño en dos etapas de su desarrollo», Revista Intercontinental de Psicología y Educación 1, 2 (1988): 185-203.
37 Marianne Peronard, «La expresión temporal en las primeras etapas de la adquisicióm de la lengua materna». Ponencia presentada en el VI Congreso de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina, Phoenix, Arizona, 1981.
38 Susana López Ornat, «La adquisición del lenguaje: nuevas perspectivas», Psicolongüística del español. Ed. M. de Vega y F. Cuetos (Madrid: Trotta, 1999).
39 Verónica Sánchez Abchi, María Luisa Silva y Ana María Borzone de Manrique, «El empleo de los tiempos verbales en la re-narración. Un estudio de las producciones orales y escritas de niños pequeños», Boletín de Lingüística, xxi, 32 (2009): 95-117.
40 Michael Tomasello, «Do young children have adult syntactic competence?», Cognition 74 (2000), 209-253.
41 Benoit Ríos, «Tiempos y formas…», 184.
42 Fernández López, «Las formas verbales de pasado…», 170.
43 Murillo Rojas, «El verbo y la producción discursiva…».
44 Pablo Cano, Isabel Fernández y Miguel González, «Características construccionales en el corpus Koiné y emergencia de la gramática», Lingüística de corpus y adquisición de la lengua. Ed. Milagros Fernández (Madrid: Arco Libros, 2011), 134.
45 Gabriela Prego Vázquez, «Narraciones de niños de 3 y 4 años: un puewnte entre la gramática y la pragmática», Estudios de ingüística clínica: aspectos evolutivos. Eds. Montserrat Veyrat Rigat y Beatriz Ghallarado Paúls (Valencia: Universidad de Valencia, 2004), 100.
46 Ahren, El subjuntivo…, 15.
47 Rodernas, Brito y Carranza, «La referencia temporal de futuro…», 237.
48 Ana Teresa Pérez Leroux, «Subjuntivo y conciencia de la subjetividad en la adquisiciòn infantil del lenguaje y teoría de la mente», Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología 28, 2 (2008), 94.
49 Ver Pérez Leroux, «Subjuntivo y conciencia…» y Marta Fernández Vazquez y Gerardo Aguado, «Medidas del desarrollo típico de la morfosintaxis para la evaluación del lenguaje espontáneo de niños hispanohablantes», Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología 27, 3 (2007), 140-152.
50 Real Academia, Nueva gramática…, 537.
51 Real Academia, Nueva gramática…, 534.
52 Véase Real Academia, Nueva gramática…, 28.3.1b.
53 Carlota S. Smith, «The Acquisition of Time Talk: Relations between Child and Adult Grammar», Journal of Child Language 7, 2 (1980), 263-278.
54 Véase Cecilia Rojas Nieto, «La pregunta en la consttucción del diálogo. Funciones constructivas de las preguntas a los niños pequeños», Estudios de Lingüística Aplicada 10, 15 (1992), 182-198.
Anexo
Tabla 1: Perífrasis de infinitivo por grupo de edad y ejemplificadas
N.o |
Perífrasis |
Algunos ejemplos |
1 |
Poder + infinitivo Puedo cerrar/ puedo hacer/ puedo llamar/ puedo tener/ puedo ir Tener que + infinitivo Tengo que aprender/ tengo que bañar/ tengo que tener/ tengo que ir/ tengo que hacer/ tenemos que hacer/ tenemos que ir /tenía que hacer/ tenía que preguntar/ Deber + infinitivo Deben tener/ deberían mandar/ Querer + infinitivo Quería llegar/ quería bañar/ quería casarse/ quería crecer/ quiera jugar/ quiero llegar/ quiere saber/ quería subir/ quiero tener/ |
[34] EMI: Pues un día que me revolcó una ola, pero me caí de la tabla pude cerrar los ojos (…) y taparme la nariz. [35] SAM: Tengo que aprender a nadar. [36] *TAM: Digamos [//] ellas también deben [//] las [//] los chicos deben tener un [/] un león y las chicas deben tener una mariposa si quieren. [37] *TAM: Y: luego me voy (.) así, no quiero llegar (.) tarde al colegio. |
2 |
Poder + infinitivo Pueden agarrarla/ pudo volver/ podía comprar/ pudo tirar/ puede controlar/ puede coser/ puede parar/ puede hacer/ pudo tener/ pudo volver / podía perder/ pudo ir/ puedo jugar / puedo ver/ puede ver/ pude parar/ puede hacer/ puede usar/ pueden pasarla/ pueden agarrarla/ podía perder/ pudo tirar/ puedes usar/ puede usar/ pueden pasarla/ pueden agarrarla/ puede ver/ puedo jugar/ podía perder/ puede volar/ podía volar/ |
[38] *ALL: Y también uno se puede parar de puntillas con los patine:s! |
2 |
Tener que + infinitivo Tenía que limpiar/ tenían que arreglarlo/ tengo que hacer/ tiene que hacer/ tiene que decir/ tenía que empujar/ tenían que esperar/ tenían que hacer/ tenía que ir/ tienes que jalarlo/ tenía que limpiar/ tenía que ir/ tengo que salir corriendo/ tenía que empujar/ tenían que hacer/ Querer + infinitivo Querían comer/ quería ir a comer/ quería comer/ quería lavar/ quería tener/ quería ir a ver/ quieren jugar/ quiero jugar/ quiere jugar/ quiere quitar/ quiere reinar/ quiere sentarse/ quiero verla/ quiero ver/ quiero verla/ |
[39] *SOF: Es de la princesa que tenía que limpiar porque había una fiesta. [40] *SOF: es que esa niña quería comer muchos muchas golosinas y no [/] no se quería lavar los dientes. |
3 |
Poder + infinitivo Puede huir/ pueden huir/ puede construir/ pueda mejorar/ puedo echar/ puede echar/ podíamos leer-lo/ puedo meter/ pueden poner/ puede ser/ puedo subir/ podía ver/ puede venir/ Tener que + infinitivo Tengo que decir/ tienes que dormir/ tengo que llevar-lo/ tiene que llevar/ teníamos que traer/ tienen que tomar/ tiene que usar/ Deber + infinitivo Deben hacer Querer + infinitivo Quería jugar/ quiere ser/ quiero ver/ quiere atacar/ quieren ser/ quiere ser/ quiero quedar-me/ quiero estar/ quiero ir/ quería venir |
[41] *NAH: La (.) vez pasada nunca podíamos leerlo porque siempre me acordaba y siempre me reía. [42] *CAT: Porque ya tengo muchas cosas y ya no me puedo meter en otra cosa. [43] *MON: Este &m: un día que mi mamá sacó libre que fue el día de &m: de teníamos que traer un día que usted no estaba ni la niña Mercedes que teníamos que traer un vestido típico . [44] *CAT: Porque que les dice a las chicas de la escuela qué deben hacer. [45] *JOS: Pelo [: pero] [*] como siempre ella me lo &qui [//] yo lo &qui yo lo yo lo quería jugar pero dice que no porque eso es del diablillo. |
4 |
Poder + infinitivo Pudo agachar/ pone a dormir/ pudo entrar/ pudo comer/ pudo entrar/ podemos divertir/ pude hablar/ podemos hablar/ puedo hacer/ podemos ir/ podemos jugar/ pongo a llorar/ podemos meternos/ podemos jugar/ podemos inventar/ puedo pasar/ puedo poner/ puede arreglar/ puedo salir/ pudo salvar/ puede ser/ puedo tener/ puedes traer/ puedo usar/ puedo ver/ pueden verse Tener que + infinitivo Tiene que buscar/ tuvo que cambiarla/ tiene que comer/ tendría que decirlo/ tengo que hacer/ tengo que ir/ tienen que meter/ tengo que pensar/ tenía que ver/ Querer + infinitivo Queremos abandonar/ quiere comer/ quiere comprar/ quiero contar/ quería espantar/ quería ir/ quiero pasar/ quiere pelear/ quiero seguir/ quiero ser/ quieren ser/ quiere tomar/ |
[46] *MAJ: Y entonces cierran la tapa y el conejo no pudo entrar. [47] *ALE: Bueno a veces tengo que hacer cosas con el perro de mi tía Kati. [48] *ALL: Y nosotros no queremos porque no queremos abandonar nuestro hogar. |
Tabla 2: El verbo ir: perífrasis temporales y aspectuales, organizadas
por grupo de edad y ejemplificadas
Tabla 3: Usos del participio por grupo de edad y ejemplificados
N.o |
Uso del participio |
Algunos ejemplos |
1 |
Esquemas perifrásticos Estar + participio Están atascados / estoy congelada / están mezclados / Quedar + participio Quedó encerrada / quedó sentada |
[80]*EMI: Para cuando están carros ahí atascados llevarlos con la grúa. [81]*ADU: Y qué hace la reina abejita? *SAM: Decirnos qué hacer y ella se queda sentada en su trono. |
Participios que forman tiempos compuestos Ha acabado, ha pagado, ha terminado y ha visto. |
[82]*DAN: Es que ella no ha pagado la casa ya pagó uno. |
|
Participios en función adjetiva Bosque encantado / cosas hundidas |
[83]*SAM: Las [/] las brujitas del bosque encantado. |
|
2 |
Esquemas perifrásticos Estar + participio Estoy cansada / estaba disfrazado / estaba divertido / estaba pegada / está enamorada / está levantada Mantener + participio Mantenga apretado . |
[84]*CIZ: Dice me jala el pelo y dice “eso es una mala palabra”. *CIZ: xxx y ya estoy cansada de él. *CIZ: Él siempre me molesta y yo no sé por qué.
[85] ABD: No lo mantenga apretado sino +/. *ABD: No es cierto porque va más lento si uste quiere. |
Participios que forman tiempos compuestos Ha acabado, he aprendido, ha mordido, hemos tenido, ha *morido, ha tenido, había escuchado, he visto, ha rasguñado. |
[86]*MON: A mí no me ha mordido pero con las uñas sí me ha(n) rasguñado. |
|
Participios en función adjetiva Colada, desconocida. |
[87]Piña colada / gente desconocida |
|
Participios en función sustantiva Vuelta, mandado, regañada, escondidas. |
[88]*ALL: Porque [/] porque ellos [/] ellos siempre: [/] siempre: [/] siempre: ellos siempre: (.) van a un mandado y nunca lo prometen. |
|
3 |
Esquemas perifrásticos Estar + participio Estaba agarrado/ está cargado/ está enamorado/ estaba enamorada/ está hecho/ Parecer + participio Parece conocido. |
[89]*AND: Entonces ahí &a ahí lo estaban llenando y cuando ya está cargado los &e los echa agua. [90]*JPA: (…) Canción de vida me parece conocido. |
Participios que forman tiempos compuestos Ha acabado, he adoptado/ había comido/ ha construido/ había crecido/ he leído/ han metido/ he visto |
[91]*AND: Ha construido un robot mediano con un montón de robots. [92]*JPA: (..) Este cuento yo lo he leído mi abuelita lo tiene. |
|
Participio en función adjetiva Botadas, divertida, encantado, parecido, pegada, razada, vendados |
Las encontró botadas / ella es divertida / vieras qué divertido una parte / un beso encantado / una casa doble pegada / zanahoria rayada / ojos vendados / un chiquito llamado / una hermana llamada. |
|
Participio en función sustantiva Congelado, cuidado. |
[93]*CAT: Bueno también juego congelado. [94]*AND: Entonces sin culpa entonces agarra la jaula con cuidado. |
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4 |
Esquemas perifrásticos Estar + participio: estoy castigado/ estaba salido. Quedar + participio: quedó lastimado, quedo tirada. Venir + participio: viene preparado Salir + participio: sale vestida. |
[95]*ELI: Estoy castiga(d)o por treinta meses. [96]*ANT: Y quedó como [?] lastimado. [97]*PAU: El tubito ya viene preparado. |
Participio formando tiempos compuestos Ha acabado, habían cogido, ha comprado, había crecido, he dicho, he ido, hubiera regalado, hubiera conocido, he visto, ha visto, habíamos visto, había visto. |
[98]*ALE: Pues he visto (.) pues he visto [//] ta(m)bién tengo (l)a pe(l)ícula. |
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Participios en función adjetiva Acompañado, adelantada, asustada, divertidas, echado, parado, pegados, perdido, quemado. |
Usted se la tiene que comer con alguien acompañado / Es que le cuento una parte más adelantada, y vieras mi mamá hasta asustada porque creyó que se rompió la vejiga / Porque hacemos cosas divertidas / Le dijo echado y obediente / Un tiburón solo que parado (de pie) / Tengo dos carteles de nimions pegados en la pared / Jurassic Park el mundo perdido / Vieras que le pone aquí algo quemado. |