Artículo de: Academia Costarricense de la Lengua
CRÓNICA DE UN CENTENARIO
El martes 12 de octubre de 2023, en el salón para sus actividades públicas de la sede de la Academia Costarricense de la Lengua, se conmemoró el centenario de la corporación. A las diez de la mañana de un propicio y soleado día se reunió el pleno, bajo la presidencia de D. Víctor Manuel Sánchez Corrales, con la asistencia de quienes integran la nómina actual. Fue una sesión extraordinaria en varios sentidos: distinta, porque no correspondió a las reuniones mensuales del primer miércoles del mes (tales las ordinarias); especial, por el motivo de la convocatoria; abierta, porque concurrió el público invitado e interesado en la efeméride, sumado a representantes y delegados especiales. La agenda del día se distribuyó en dos etapas: por la mañana, una sesión solemne que no se apartó de su índole esencialmente académica; por la tarde, la presentación de sendas ediciones de tres libros de importancia cardinal en la historia de la Academia.
Hacía una centuria, y a pocas calles de la actual sede de la corporación, catorce ilustres ciudadanos costarricenses habían firmado el acta de la primera sesión; eran las cuatro de la tarde del 12 de octubre de 1923, fecha y hora del nacimiento de la Academia Costarricense de la Lengua. En el primer libro de actas, custodiado en los archivos de la institución, estamparon sus firmas D. Julio Acosta García, D. José María Alfaro Cooper, D. Alejandro Alvarado Quirós, D. Fabio Baudrit González, D. Alberto Brenes Córdoba, D. Justo A. Facio, D. Ricardo Fernández Guardia, D. Carlos Gagini Salazar, D. Joaquín García Monge D. Claudio González Rucavado, D. Cleto González Víquez, D. Gregorio Martín Carranza y D. Guillermo Vargas Calvo. Por ello, la actividad del centenario fue también un acto de homenaje a la memoria y los méritos de quienes a lo largo de los cien años comprometieron su talento, su voluntad y sus empeños por darle cabida, sentido y pertinencia a una asociación cultural, con tal de proteger e impulsar el patrimonio lingüístico y literario de Costa Rica. La asistencia a las actividades conmemorativas de 2023 fue completa: D.a Amalia Chaverri Fonseca, D. Carlos Cortés Zúñiga, D.a Julieta Dobles Yzaguirre, D.a Marilyn Echeverría de Sauter, D.a Mía Gallegos Domínguez, D. Rafael Ángel Herra, D.a Carla Jara Murillo, D.a Emilia Macaya Trejos, D. Carlos Francisco Monge, D. Arnoldo Mora Rodríguez, D.a Flora Ovares Ramírez, D. Mario Portilla Chaves, D. Carlos Rubio Torres, D. Jorge Sáenz Carbonell, D. Carlos Sánchez Avendaño, D. Víctor Manuel Sánchez Corrales y D. Alexánder Sánchez Mora. Por estar radicando fuera del país, no estuvieron presentes D. Albino Chacón Gutiérrez ni D. Miguel Ángel Quesada Pacheco. También asistió, en su condición de miembro honorario D. Víctor Hurtado Oviedo.
Se abrió la sesión de la mañana con el discurso de apertura del profesor Sánchez Corrales, en el que pormenorizó la amplia gama de actividades y logros que la Academia Costarricense de la Lengua ha alcanzado a lo largo de su centenaria historia. Además de la insoslayable referencia a sus próceres fundadores, se refirió a las diversas aproximaciones sobre sus objetos de estudio y razón de su actividad: los estudios lingüísticos y los literarios, visibles no solo en su estatuto sino también, y principalmente, en la evolución de la ciencia y de las condiciones históricas de la sociedad, principalmente en lo concerniente a la costarricense. Como secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española, e invitado especial a la efeméride, D. Francisco Javier Pérez leyó su discurso en el que destacó varios de sus hitos: el que fue la primera academia creada en el siglo xx, con la que se reanudó el interés por propiciar condiciones para el estudio y conocimiento de las variantes particulares del español en Hispanoamérica; además, la labor pionera de lexicógrafos como Carlos Gagini y ensayistas como Roberto Brenes Mesén, y el importante momento en que se integró, desde 1951, a la Asociación de Academias de la Lengua Española, entre otros tantos méritos y logros institucionales. Como delegado de la señora embajadora de España en Costa Rica, D.a Eva María Marttínez Sánchez, y en su propia condición de director del Centro Cultural de España, participó D. Ricardo Ramón Jarne, y como representante del gobierno de la República, y de la señora Ministra de Cultura y Juventud D.a Nayuribe Guadamuz Rosales, la señora viceministra D.a Vera Beatriz Vargas León.
Reanudada la sesión, en una segunda etapa, a partir de las dos de la tarde se presentaron tres significativas ediciones; dos de ellas auspiciadas por la corporación, con su sello Ediciones de la Academia Costarricense de la Lengua. Uno de los editores, D. Jorge Sáenz Carbonell, presentó y comentó Páginas académicas, un tomo que reúne escritos de todos los integrantes, desde 1923 hasta la actualidad: páginas sobre lingüística, sobre pedagogía de la lengua, crítica literaria, creación literaria y ensayos de diversa índole, incluidos los filosóficos y los históricos. Aparte del laborioso y pormenorizado proceso de recopilación, de las indispensables notas y comentarios de parte de los propios editores, el señor Sáenz Carbonell hizo hincapié en que el tomo reúne apenas una mínima parte de la ingente labor intelectual que en tan diversos campos del saber y la cultura han aportado los integrantes históricos, incluso algunas páginas previas a 1923, de académicos correspondientes reconocidos por la Real Academia Española antes de la fundación de la costarricense. La edición, sin fines lucrativos, reafirma el homenaje de parte de quienes integran actualmente la corporación a todas las personas con cuya obra y ejercicio profesional e intelectual la Academia Costarricense de la Lengua ha alcanzado su rango de institución de bien cultural en el país.
La feliz coincidencia entre el año de fundación de esta corporación y la publicación de la primera edición del ensayo Las categorías literarias, de Roberto Brenes Mesén, es lo que señaló como dato significativo D. Carlos Francisco Monge, a quien le encargaron la preparación de una edición anotada para 2023. La Asociación de Academias de la Lengua Española acogió y editó en Madrid, para su colección «Clásicos ASALE», este valioso ensayo considerado por los expertos como la primera contribución en Hispanoamérica sobre los problemas de la teoría literaria. En su «Estudio preliminar» se analizan y explican en detalle las contribuciones al campo de parte de quien fuera, además de poeta, ilustre gramático y pedagogo Brenes Mesén. A modo de comentario de cierre, D. Francisco Javier Pérez, señaló que con esta edición y publicación presentada formalmente en la sesión, se ha querido dejar patente el reconocimiento a aquella obra pionera y al mismo tiempo el homenaje de parte de ASALE en ocasión tan propicia como el centenario que en esta sesión se celebra.
El tercer título que se presentó en la sesión estuvo a cargo de D. Víctor Manuel Sánchez, entusiasta impulsor del proyecto: una edición facsimilar del Diccionario de barbarismos y provincialismsos de Costa Rica, de Carlos Gagini, publicado en 1892. La nueva edición íntegra, bajo su cuidado técnico, fue la primera incursión en el campo lexicográfico del notable lingüista que fue Gagini, como lo corroboró casi tres decenios después con el clásico Diccionario de costarriqueñismos, de 1919. El profesor Sánchez señaló la importancia, en el contexto del desarrollo de los estudios lingüísticos en el país, de aquel primer diccionario, por constituir una aproximación sistemática al español de Costa Rica, coincidente con algunos otros proyectos análogos que estaban ya en proceso en otros países hispanoamericanos. La Academia, sostuvo Sánchez, cumple con un deber histórico: rescatar obras cumbres, en este caso inaugurales, en la historia de los estudios lingüísticos, de los que posteriormente se fueron cargo otros expertos, desde el seno mismo de la Academia Costarricense de la Lengua.
El epílogo de la sesión conmemorativa, a modo de conferencia de clausura, se le encargó a la académica D.a Emilia Macaya Trejos. En él retomó el lema que ha cundido en innumerables reuniones, coloquios, mesas redondas y en las propias sesiones ordinarias de las academias: la unidad en la diversidad, que releyó como «un encuentro en igualdad de condiciones»; concluyó con una exhortación a honrar a nuestros antecesores, a laborar entre quienes estamos y a darles espacio a quienes habrán de venir. A las cuatro de la tarde, el señor presidente dio por concluida la sesión, entre aplausos, muestras de gratitud y ante la nutrida concurrencia como excepcional y honroso testigo.
Los editores
San José de Costa Rica, 12 de octubre de 2023